- 70 - La gran Serbia y la explotación económica de los no serbios
- 71 - Yugoslavia y la Segunda Guerra Mundial (1941-1945)
- 72 - 27-3-1941: muerte de la primera Yugoslavia
El Estado independiente croata
La creación del Estado Independiente Croata y la instalación de Ante Pavelić por los Alemanes suscitará un gran entusiasmo en la población croata, después del asesinato de Esteban Radić en Belgrado en 1928, los abusos y las masacres cometidas contra la población croata y musulmana en Bosnia y Croacia por los serbios entre las dos guerras. El sueño nacional de la independencia y la unión de todas las provincias croatas, comprendida la antigua Bosnia croata de antes de la ocupación turca en 1463, al fin realizados, no podían sino colmar de alegría y entusiasmo a la mayoría de los croatas. Desgraciadamente era la realización de un sueño, en tiempos en que la realidad ya estaba haciendo vivir la pesadilla nazi a media Europa. La libertad y la independencia de las pequeñas naciones, no estaba aún en las agendas de grandes potencias de la época, por muy democráticas que se dijeran. La opresión de las grandes naciones sobre las pequeñas, estaba aún en el espíritu de las naciones "democráticas" occidentales aún después de la Paz de Versailles en 1919. Los anhelos de libertad que sentían los croatas, eran los mismos que sentían los albaneses, macedonios, musulmanes de Bosnia, húngaros y alemanes en Voivodina, etc., y que defendían su existencia por todos los medios, llegando incluso a aliarse con el Diablo, vale decir, Hitler. La felicidad efímera que sintieron los croatas, el 10 de abril de 1941, en el momento de la proclamación de Croacia como un Estado libre y soberano, era la realización de un sueño de muchos siglos, que no podía ser realizado con la ayuda y comprensión de las democracias occidentales, aliadas, al contrario, con la Serbia opresora y despótica. Todos los campanarios de las iglesias de Croacia se echaron al vuelo y un Te Deum solemne se celebró en la catedral de Zagreb con la presencia de Pavelić y del futuro cardenal Stepinac, marcando así el importante rol que ha desempenado en la conciencia histórica croata la Iglesia católica, sus obispos, sacerdotes y monjas croatas.
Se deben considerar estas celebraciones del Estado independiente croata únicamente en su contexto histórico de abril de 1941 y no en el espíritu dictatorial impuesto por Pavelić y el nazismo alemán, en todo lo que sucedió después del 18 de abril de 1941 hasta 1945. Así es como el cardenal Stepinac representante de la Iglesia católica en Croacia, desde las primeras leyes fascistas y antisemitas aplicadas en Croacia, se disocia del régimen de Pavelić y lo condena violentamente desde 1941, con peligro incluso de su vida. Sin embargo no faltarán las calumnias y mentiras, inventadas sobre todo por los serbios y la Iglesia ortodoxa serbia en contra del cardenal católico croata y del cual se harán eco la dirigencia comunista en la Yugoslavia de Tito. El 10 de abril de 1941, cuatro días después del comienzo de la invasión y mientras los tanques alemanes no habían aún llegado a Zagreb, el Estado independiente de Croacia era proclamado en dicha ciudad, por el coronel Slavko Kvaternik, en nombre del jefe de los ustashis, Ante Pavelić.
Antes de dirigirse a los ustashis, cuya influencia en el país era limitada, los Alemanes habían ofrecido el poder a Maček, el líder del Partido Campesino Croata y miembro del gobierno yugoslavo antes y después del golpe de Estado organizado por el serbio Marković. Pero, Maček rechaza esta oferta ya que el verdadero poder estaría en manos del ocupante. También renuncia a sus funciones en el gobierno real, dejando a otros tres miembros de su partido acompanar al resto de los ministros que parten al exilio en Londres y desde el 10 de abril, hace un llamado a la población croata a ser leal con el Estado independiente croata. Maček, toma su distancia con el gobierno de Pavelić, al que considera colaboracionista, pero al mismo tiempo pide a sus compatriotas obediencia al Estado; esto refleja la actitud adoptada por muchos croatas en esos momentos. Fue también la de la jerarquía católica, y en particular de su arzobispo Monseñor Stepinac, quien en el proceso en su contra, en 1946, declara:
"Yo no era persona grata ante los ustashis y los Alemanes, jamás fui ustashi, jamás presté juramento ustashi. El pueblo croata se había pronunciado mediante un plebiscito por un Estado croata, y yo seria menos que nada, si no hubiese sentido batir el pulso del pueblo croata, que estaba esclavizado en la antigua Yugoslavia".*
*Citado en Hrvatski portreti, Munich-Barcelona, Hrvatsko drustvo u Svicasrkoj,1973, p.71
Poco después de la toma del poder por Pavelić y los ustashas, empieza el reglamento de cuentas en Croacia y Bosnia, primero contra los chetniks serbios que han estado asesinando y sembrando el terror desde 1930, en segundo lugar, contra los representantes del régimen serbio-yugoslavo, para continuar enseguida contra la población civil serbia que vive en Croacia. Las masacres que se producirán, tanto del lado de ustachas como de chetniks, se explican solo por el odio acumulado especialmente después de 1918, además de las venganzas entre los pequeños jefes locales, tanto ustachas como chétniks. A pedido de los Alemanes, Pavelić pone en aplicación leyes racistas, similares a las ya impuestas en cada país invadido por los nazi y que son utilizadas para perseguir principalmente a judíos y gitanos en Croacia.
La Iglesia católica y el cardenal Stepinac salvarán a gran número de Judíos, ayudándoles a escapar a zonas bajo control italiano y desde ahí hacerlos salir a otros países que les darán asilo. El tercer acto del régimen de Pavelić será su política hacia la minoría serbia en Croacia y Bosnia. Minorías que habían dado fuertemente su apoyo a las políticas de opresión y terror del gobierno serbio, y a sus gendarmes y verdugos chetniks que actuaban contra los intereses de Croacia. Pavelić habría definido una política hacia esta minoría serbia, tal como lo hará también en el lado serbio, el general Mihailović en contra de las poblaciones no serbias:
a) un tercio a convertir al catolicismo o ala ortodoxia;
b) un tercio a expulsar de Croacia o de Bosnia;
c) y un tercio a eliminar fisicamente.
Es la misma política que ya había sido aplicada por los serbios en el Kosovo, en Sandjak y en Bosnia, desde 1918, cuando alrededor de un millón de musulmanes eslavos debieron exiliarse en Turquía. Las víctimas serbias de 1941, no será la obra exclusiva de los ustashas de Pavelić, sino también de los musulmanes de Bosnia, que creían vengar así a las miles de víctimas musulmanas aterrorizadas y asesinadas entre 1918 y 1939 por las bandas chetniks, que para ocultar sus crímenes, arrojaban los cadáveres de los musulmanes al río Drina o a fosas comunes en grutas escondidas. Pavelić, siendo originario de Hercegovina, obtiene un masivo apoyo musulmán al iniciar su gobierno y se reconocían en el Estado croata que él dirigía. Pero solo unos meses después de iniciar su régimen, tanto croatas como musulmanes, comienzan a abandonarlo progresivamente para enrolarse en las milicias guerrilleras de Tito. Los croatas comienzan a ser víctimas también del régimen dictatorial de Pavelić, que hace de todos los que no le apoyan, un enemigo del Estado. La oposición a Pavelić, en la que se encuentran muchos partidos políticos, entre otros, los comunistas croatas y sobre todo el mayoritario Partido campesino croata a cuyo líder, Vlado Maček, lo ha puesto en prisión. La cesión de Dalmacia e Istria a Italia más la promesa de instalar en el trono de Croacia a un bastardo de la realeza italiana, el Duque de Spoleto, hará aumentar aún más rápidamente el descontento de los croatas hacia el régimen de Pavelić. Solo a algunos días de la proclamación del Estado independiente de Croacia, el entusiasmo nacional del pueblo croata caía a un nivel muy bajo y la inquietud se instala entre ellos.
También se inquietan los Alemanes que tienen la idea de cambiar a Pavelić y reemplazarlo por Vlado Maček, pero fracasan ante la nueva negativa de éste a ingresar a un gobierno bajo la presión de un ejército invasor. Maček, rechazando de colaborar, salva su honor personal, pero al mismo tiempo deja el campo libre a minorías extremistas, que causarán un gran dano al honor del pueblo croata en general. Siendo el número de ustachas tan poco importante, Pavelić crea entonces un ejército regular Domobrani (defensores del pueblo), los que en gran número se pasarán a las filas de los partizanos de Tito desde 1942, como también una cantidad importante de chetniks, sobre todo después de la derrota de Italia en 1943.
La capitulación de Italia, el 8 de septiembre de 1943, modificará profundamente la situación geopolítica y estratégica en la ex-Yugoslavia. Las fuerzas de Tito se apoderan de una importantísima cantidad de armas abandonadas por el ejército italiano. Lo que obliga a los Alemanes a reforzar su potencia militar en los Balcanes, en los momentos en que los Aliados ya han logrado con éxito el desembarco en Sicilia y que los ejércitos alemanes se sienten atrapados en Rusia y Stalingrado. Para el desembarco aliado en el norte de Europa, se llega a pensar en una acción en el Adriático, a través de Croacia, lo que les acercaría a la frontera austríaca a solo 200 kilómetros. Habría sido una ocasión providencial para Pavelić de abandonar la protección alemana y de acercarse a los aliados facilitándoles el desembarco en Croacia con sus 250'000 soldados croatas. Los dos ministros de Pavelić que hicieron contacto al respecto con los Aliados, Ante Vokić, Defensa y Mladen Lorković, Interior, serán detenidos y fusilados en 1944. Para impedir este posible desembarco en las costas dálmatas, un sorprendente acercamiento se produce entre los Alemanes y Tito. Otra sorpresa será la que da Stalin, al ofrecerle a Pavelić reconocer su gobierno y el establecimiento de relaciones diplomáticas con la sola condición por parte de Pavelić de permitir la existencia legal del Partido comunista croata.
Ninguna de estas oportunidades las acepta Pavelić, lo que posiblemente habría ahorrado los terribles sufrimientos que soportará el pueblo croata en los años venideros. El gobierno de Pavelic se sitúa de más en más en lo arbitrario, los grupos armados de ustachas, tienen su propio comando al margen del ejército regular croata, los "domobranstvo", y forman un Estado dentro de Estado, por sobre las leyes, constituyendo el equivalente del partido único. La ideología del régimen de Pavelić es nacionalista y clerical. Los dos aspectos se unen, ya que a los ojos de los croatas el régimen serbio-yugoslavo se había opuesto al mismo tiempo a la nación croata y a la Iglesia católica.
En este Estado que engloba también a Bosnia, son reconocidos como croatas los católicos y los musulmanes (estos últimos proclamados como "flor de la nación croata"), pero no los ortodoxos ni los judíos. Desde el 25 de abril, un decreto pone fuera de la ley el empleo del cirílico (la lengua escrita serbia). El 3 de mayo, un decreto suprime las disposiciones que aseguraban la igualdad de cultos y libertad de conciencia. Se cierran las escuelas confesionales ortodoxas, se prohibe a los serbios el ingreso al ejército croata, a la vida política y a numerosas profesiones. El poder ustasha elimina al mismo tiempo a todos sus potenciales oponentes políticos croatas. Las milicias campesinas, rivales posibles de formaciones ustachas, son desarmadas, y muy pronto Maček es detenido. El Partido campesino se encuentra así, prácticamente desintegrado.
Las masacres cometidas por las milicias ustashas en contra la población serbia que vivía en Croacia, así como las conversiones forzadas, no fueron una exclusividad del régimen de Pavelić. Ellas ya habían sido practicadas ampliamente por todos los imperios o "naciones dominantes". Los serbios y Alejandro I venían practicando toda esta clase de tropelías desde 1913. Después de haber sufrido el terror serbio, el odio y el deseo de venganza acumulado en los croatas, musulmanes, albaneses, húngaros y macedonios provocarán una terrible venganza. Esta no caerá sobre Serbia y su clase dirigente sino contra las minorías serbias que vivían en Croacia y Bosnia, defendidas por los chetniks, que, después del golpe de Estado en Belgrado el 27 de marzo deseaban de nuevo imponer la ley serbia y la Yugoslavia de 1918. Si bien es cierto que la guerra en Yugoslavia entre 1941 y 1945, tuvo también una connotación religiosa, los católicos croatas y los musulmanes de Bosnia contra los ortodoxos serbios, y los serbios ortodoxos contra los católicos y musulmanes; la participación de algunos sacerdotes católicos y frailes franciscanos, igualmente que popes ortodoxos, no debe dejar creer que ésta fue una guerra de religión. La Iglesia católica condenó la participación de sacerdotes y franciscanos en Bosnia y otros lugares, y les prohibió participar en actividades políticas, lo que no fue el caso en la Iglesia ortodoxa. Pretender, como fue divulgado por muchos años por los serbios, que todos los sacerdotes católicos y franciscanos eran criminales, es parte del método sistemático serbio para enlodar a la Iglesia católica y a todo lo que no sea serbio. Nada se dice desde luego, de los popes ortodoxos que participaron en masacres de católicos croatas y musulmanes tanto en Bosnia como en Hercegovina y Dalmacia del Norte.
Las leyes fascistas y antisemitas contribuyeron también a que el número de víctimas durante la guerra fuese muy elevado. Las primeras leyes anti judías fueron puestas en vigor en 1936 durante el régimen del regente Pablo, así como los campos de concentración. El 15 de junio de 1941, Pavelić adhirió al Pacto Tripartito, y el 25 de noviembre al Pacto Anti Komintem.
Muchos reproches se hicieron al régimen de Pavelić por estas firmas, pero se debe tomar en cuenta que su gobierno intentaba a duras penas, en una coyuntura muy difícil, de actuar por el bien prioritario de un pueblo croata enclavado en el corazón del Eje, lo que no permitía otro tipo de alianzas. Su margen de maniobra era extremadamente estrecho, con los Alemanes exigiendo un pago por gastos de. ocupación, control sobre las vías de comunicación y la sugerencia de una serie de decretos en favor de la minoría alemana (unas doscientas mil personas) y cuyo jefe Altgajer, tenía rango de ministro.
Minorías israelitas muy antiguas existían en numerosas regiones croatas (llegadas principalmente a causa de su expulsión de España en 1492). Himmler impone al gobierno ustasha un cierto número de medidas represivas contra la comunidad judía croata, pero que no serán totalmente aplicadas, lo que no es sorprendente, si se toma en cuenta que las esposas de varios altos funcionarios del régimen Pavelić, eran de ascendencia judía, y entre ellas, la propia esposa de Ante Pavelić y la del ministro Kvatemik. En el plano institucional, Pavelić restauró el viejo parlamento croata (reunido por primera vez en el año 753) llamado Sabor, que retoma sus funciones el 23 de febrero de 1942 con los diputados elegidos en las últimas elecciones del reino yugoslavo, en su gran mayoría, miembros del Partido Campesino Croata, a los que se les agregan los dignatarios ustashas y otras personalidades del mundo intelectual y religioso más representantes de las minorías étnicas. "No he venido para reinar, sino para trabajar" había declarado Pavelić al tomar la dirección del Estado, lo que, a pesar de la guerra, invierte cerca de cien millones de "kunas" en trabajos de saneamiento y canalización, que permite recuperar varios miles de hectáreas en las cuales serán instalados silos y estaciones veterinarias. Al mismo tiempo, numerosos hospitales son construidos así como más de 600 escuelas.
El 8 de mayo de 1945, día de la capitulación de Alemania, Pavelić abandona Zagreb junto a su ejército de croatas que aún le quedan fieles, y prefiere rendirse a los ingleses en Austria, antes que a los ejércitos soviéticos. Pavelić abandona a su ejército y a sus partidarios, que se rinden finalmente el 15 de mayo de 1945 y él logra huir a través la frontera austríaca, para desaparecer durante un tiempo, en el cual logra ayuda para refugiarse en Argentina. Buscado intensamente por la policía de Tito, es herido en un atentado en Buenos Aires. Se repone durante un tiempo en Chile en casa de amigos, y se traslada a España en donde muere en 1959.
Pedro II al exilio (1941-1945)
Ya hemos visto como la ira de Hitler se descargó sobre Belgrado en respuesta a la afrenta que le hicieron los generales serbios el 27 de marzo de 1941, dos días después de que el representante de Yugoslavia, el Regente Pablo, había aceptado con su firma el ingreso al Pacto tripartito. El nuevo gobierno que surge como consecuencia del golpe militar con el general Simović a la cabeza, se dirige a la Unión Soviética, el 30 de marzo, para firmar un tratado de ayuda mutua entre la Yugoslavia monárquica y el país de los Soviets. Este tratado será firmado solo unas cuantas horas antes del ataque alemán del 6 de abril, ante la pasividad absoluta de Stalin.
Así, la Yugoslavia-serbia o la gran Serbia, deja de existir. Hitler inicia el reparto de Yugoslavia, entregando la Voivodina a Hungría y Rumania; Montenegro, habiendo sido proclamado '"Estado soberano" por Italia, deja a Serbia en sus fronteras de antes de las guerras balcánicas de 1912. Hitler crea así la "gran Bulgaria", la "gran Albania y la "gran Croacia", esperando obtener como contrapartida no solo el agradecimiento sino también una ayuda en la guerra que ha declarado a toda Europa.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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