- 65 - Memorandum al Consejo de la Sociedad de las Naciones
- 66 - 1934/1941 - La primera Yugoslavia agoniza
- 67 - El Acuerdo serbo-croata/el Estado autónomo croata
- 68 - Radicalización de la lucha (1928-1941)
TITO Y EL PARTIDO COMUNISTA (1934-1941)
Después de los duros golpes recibidos por causa de la fracasada insurrección intentada en 1929, que le cuesta la vida a un número importante de comunistas, y a otros largos años de prisión, el Partido comunista yugoslavo aconsejado por Moscú, apoya la colaboración entre los comunistas croatas y serbios. Y esto, porque los soviéticos son favorables a todo lo que contribuya al derrumbe de la Yugoslavia monárquica, y por ende, a la creación de un Estado croata independiente. Después de la llegada al poder de Hitler y tomando en cuenta la ayuda con que Roma beneficiaba a Pavelić y los ustashas, Moscú y el Komintern, para evitar que Yugoslavia vuele en pedazos y de ello se aproveche Hitler, cambian de táctica: "La defensa de la Yugoslavia monárquica y de la Gran Serbia". Yugoslavia debe mantenerse unida y en la órbita de los estados adversarios a Hitler, por lo tanto, con Rusia soviética. Para la aplicación de esta nueva doctrina de Moscú, Tito será el hombre designado para llevarla a la práctica.
En diciembre de 1934, salen de prisión Tito, Kardelj, Kidrić y Mošha Pijade; en la conferencia que el Partido comunista yugoslavo tiene en Liubliana, se decide la creación de los partidos comunistas de Croacia, de Eslovenia y Macedonia. El Secretario general del Partido comunista yugoslavo que se oponía a esta política, será quitado de su cargo en 1937 y reemplazado por Josip Broz Tito. A pesar de todos estos cambios tácticos impuestos por Stalin, la situación interna de los comunistas yugoslavos sigue siendo la siguiente:
v los comunistas croatas y eslovenos están aún por una descentralización del partido y el Estado yugoslavo sobre la base de una Federación;
v los comunistas serbios continúan en apoyar el "centralismo democrático", y un Estado yugoslavo fuerte (la gran Serbia} y por el rol preponderante de la "nación dominante", los serbios.
La división entre Occidente y Oriente pasaba también entre los comunistas yugoslavos. El Secretario del Partido comunista croata Andrija Heibrang, se opondrá siempre a la hegemonía de los comunistas serbios. Hebrang será detenido en 1948, torturado y asesinado en las prisiones de Belgrado en 1949. A pesar de la ideología internacional de los comunistas, ellos se mantuvieron siempre nacionalistas y sobre todo entre los ortodoxos que defenderán duramente sus propios intereses y los de su nación de origen. Quizás escape a esto, Tito, convirtiéndose en una excepción, ayudado tal vez, por su interés en el poder que lo hacía sentirse "yugoslavo", lo que supieron muy bien aprovechar los serbios en beneficio de la "nación dominante" al estilo soviético, en la que la "nación dominante rusa" se impone sobre numerosos pueblos no rusos bajo la máscara del socialismo y el internacionalismo proletario.
Tito elevado al cargo de Secretario Político del Partido comunista yugoslavo en 1936, reactiva la constitución de los partidos comunistas en Croacia, Eslovenia y Macedonia, a lo cual se opondrá siempre el serbio Gorkić, Secretario General del Partido comunista yugoslavo. Será expulsado en 1937 y reemplazado por Tito quien se librará a duras penas de un proceso "trotskista". Para reforzar la unidad del Partido comunista yugoslavo, Tito intentará crear un Frente popular y organiza huelgas obreras en el período 1937-1939. En abril de 1936, el Comité Central se pronuncia por la autonomía de Voivodina y Montenegro, después de las de Croacia, Eslovenia y Macedonia en 1926. En 1933, Tito es llamado a Moscú en donde se le pide combatir toda política pro-occidental, y hacer todo lo posible por acercarse a los ustashas de Pavelić, ya que Stalin cree que la división de Yugoslavia durante la guerra traería como consecuencia el acercamiento de Pavelić a Italia y Alemania y se debe neutralizarlo como futuro aliado de las potencias del Eje.
Tito obedece sobre el primer punto y no así respecto al segundo sobre el acercamiento a Pavelić. Algunos comunistas no serán de su opinión los que pagarán caro su osadía ya que serán denunciados a la policía de Pavelić por sus propios camaradas ortodoxos en 1941, y serán todos ejecutados, entre ellos el escritor croata Cesarec. Mejor suerte tendrá el escritor Miroslav Krleža, a quien lo salvará de la muerte otro escritor croata, Mile Budak, ministro de educación de Pavelić. Pero en 1945, Krleža fracasará en su intento de salvarle la vida al ministro, quien será ejecutado por las fuerzas titistas. Stalin renovará su proposición a Pavelić en 1944 y ofrece el reconocimiento del Estado independiente croata.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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