- 48 - La Conferencia de Ginebra (6-9 noviembre 1918)
- 49 - 1918, nace el Estado de los Serbios, Croatas y Eslovenos
- 50 - No existe odio secular entre croatas y serbios
- 51 - Administración serbia para un reino serbio
El rey Alejandro y la Constitución de Vidovdan
El Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos" proclamado en Belgrado el l ero de diciembre de 1918 era un programa, más que una realidad. Los ciudadanos de este nuevo Estado no solo eran los tres pueblos a los cuales se les nombraba, sino también comprendía a los alemanes y húngaros de Voivodina, albaneses en Kosovo y Macedonia, rumanos en el Banat, turcos en Bosnia-Hercegovina y Macedonia, checos y eslovacos, rutenos, italianos, rusos blancos refugiados y 70'000 otros "diversos": en total, más de dos millones de "extranjeros", o sea un 17% de la población. Los eslavos que habitaban Macedonia, desde esa época empezaron a ser designados simplemente como serbios del Sur y por lo tanto, contados como serbios. En cuanto al 1'300'000 musulmanes, nadie sabía cuantos eran serbios y cuantos eran croatas. Muchas de las minorías censadas - los magiares, alemanes, albaneses, rumanos, italianos - vivían en contacto con sus Estados nacionales: lo que explica también las tentaciones de irredentismo de todo tipo.
Recordemos que los tres pueblos fundadores, serbios, croatas y eslovenos, si bien existía en ellos la idea de una unión, no se habían pronunciado sobre qué estructura "unitaria" se daría el futuro Estado, y pronto se dan cuenta que lo que se está creando es simplemente la - gran Serbia - a la que se opondrán de inmediato eslovenos y croatas con su concepción de una unidad federalista y respetuosa de la personalidad de cada nación; croatas y eslovenos que venían saliendo de una Doble-Monarquía que se había derrumbado principalmente por no haber sabido transformarse ella misma en una federación de pueblos. El Estado yugoslavo era par lo tanto, algo dificilísimo a construir, y el arquitecto de esta obra pretendía ser el príncipe heredero de Serbia Alejandro Karageorgevich (1888-1934), bisnieto del legendario Jorge el Negro. Este reemplaza a su padre desde 1914, que estaba muy debilitado por su enfermedad. Alejandro muestra durante la guerra una energía no exenta de brutalidad; patriota serbio, tiene más confianza en el ejército que en el Parlamento para construir un edificio sólido: habiéndose desembarazado de la "Mano negra" mediante el proceso de Salónica, en el cual los oficiales de la organización terrorista son condenados por traición y tentativa de asesinato del príncipe-regente, son condenados a muerte tres oficiales, entre ellos Dimitrijević-Apis y otros doscientos que serán internados en campos militares en Túnez. Pero casi de inmediato el Príncipe-regente reemplaza a la "Mano negra" por la "Mano blanca", con oficiales leales a su persona. A la muerte de su padre el rey Pedro 1, en agosto de 1921, él se convierte en Alejandro I, calificado por sus partidarios de "el rey unificador". En junio de 1922, contrae matrimonio con la princesa María de Rumania, y en 1923 nace Pedro, su heredero al trono.
Antes de estas fechas, ya Alejandro I había organizado las primeras elecciones en su reinado el 28 de octubre de 1920, como un medida de legitimar su poder despótico y el Imperio de la gran Serbia. Para facilitar esta consagración, hace suprimir las antiguas fronteras nacionales y crea los 33 distritos favorables a los serbios. A continuación, por la voluntad del príncipe, en las cartas geográficas, se borran los nombres de las diferentes naciones y regiones.
En Croacia, el Sabor croata y la función del ban dejan de existir por primera vez en 1200 años de existencia. La Asamblea Constituyente es convocada en Belgrado el 28 de junio de 1921 para establecer la nueva constitución. Nuevamente, este día no es elegido por casualidad, es la fecha que conmemora la batalla de Kosovo de 1389 y la del atentado de Sarajevo.
La nueva constitución debe legitimar la "gran Serbia" en el plan internacional y hacer comprender a la oposición croata que ya todo está decidido y no hay vuelta atrás. Del total de 419 diputados elegidos en las circunscripciones organizadas por los serbios, solamente 223 votan por la constitución de Alejandro I, vale decir, solo algo más de un 50%, y eso gracias a las presiones y la corrupción ejercida sobre los diputados; pero los acuerdos de Corfú y de Ginebra exigían una mayoría de dos tercios (661). Por lo tanto, es aprobada una constitución ilegal.
Han votado en contra de la constitución, todos los diputados croatas y eslovenos más los diputados del Partido comunista yugoslavo. Se produce así la segunda gran ruptura entre croatas y serbios después de la "unión" del l ero de diciembre de 1918. La tercera ruptura será la definitiva, con el asesinato de Esteban Radić en el Parlamento de Belgrado en 1928. El rey promulga la nueva constitución la que le entrega prácticamente todos los poderes del Estado. El concentra todo el poder en sus manos, al estilo de un déspota. Ni siquiera es responsable ante el gobierno, al cual nombra según como a él se le antoje, ni ante el parlamento, al cual puede disolver cada vez que él así lo dictamine. En todas las elecciones legislativas siguientes, Alejandro I se verá obligado, para tener una "precaria mayoría" en la Škupština (parlamento en Serbia y Montenegro), de utilizar métodos habituales a los tiranos:
- presiones políticas, corrupción y terror;
- elecciones fraudulentas, especialmente en Bosnia y Macedonia;
- campañas de terror e intimidación hacia las diferentes minorías nacionales.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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