Saturday 22 September 2012

Antun Gustav Matos reexaminado


Antun Gustav Matos reexaminado

Ante Kadic
Este año cuando el pueblo croata conmemora el primer centenario del nacimiento de Matos, cuando sus obras se publican en veinte volúmenes con apostillas eruditas, cuando se escriben muchos estudios sobre él, nos damos perfecta cuenta de que todavía vive y que la actual generación, culta, audaz, nacionalista y rebelde, lo considera uno de sus escritores favoritos.
Con anterioridad a 1914 Antun Gustav Matos -nacido en Tovarnik, Srijem, en 1873, hijo de un maestro de escuela- era la figura prominente de la literatura croata. Dos años después de haber nacido, su familia se trasladó a Zagreb, donde Antun cursó la escuela secundaría. En 1891 se fue a Viena a estudiar veterinaria; al no rendir los exámenes por motivos de salud perdió el año y fue llamado a servir en el ejército. Tras ocho meses de servicio desertó, y al cabo de varias y desagradables aventuras llegó a Belgrado (en 1894). Matos pasó más de tres años en la capital servia, un año y medio en Ginebra y cinco años en Paris.
Matos estuvo fuera del país en la primera década de este siglo, mientras se libraba una áspera batalla en Croacia entre las viejas y jóvenes generaciones; no quiso participar de la disputa. Tenía mucho en común con los "modernistas", pero no se les adhirió porque para él la tradición nacional era la base sobre la cual toda sana literatura debería edificarse.
La estada de Matos en París fue muy importante para él y, por consiguiente, para la literatura croata. Para Matos Paris era la única metrópoli y la cultura francesa, la mejor fuente de inspiración. Quedó hechizado con Baudelaire y Verlaine. Sin ser un decadente o pesimista, poco a poco abrazó los ideales de Stendhal y Barrès.
Gracias a la ayuda de algunos franceses (André Rouveyre y Edouard Champion) y con lo que obtenía por su colaboración literaria en varios periódicos croatas y servios, Matos continuó viviendo, aunque con estrechez, a orillas del Sena. Nadie mejor que Dobrisa Cesaric, en su notable poema El pregonero del Sena (1936), expresó la singular energía de Matos, sustentada por su justificada convicción de que era víctima de la lucha por una causa digna.
En 1904 vuelve a Belgrado y visita a Croacia varias veces. Condonado por fin en 1908, retornó a Zagreb. Viajó dos veces a Italia -a Florencia en 1911 y a Roma en 1913-, esperando encontrar la cura de su enfermedad en los climas más suaves. Murió en Zagreb de cáncer en la garganta en 1914.
I
Matos empezó su carrera literaria escribiendo cuentos cortos y esbozos, publicados en Iverje (Astillas, 1899), Novo Iverje (Nuevas astillas, 1900) y Umorne Price (Los cuentos cansados, 1909). Aunque después sobresalió en otros géneros literarios, siguió escribiendo cuentos hasta su prematura muerte.
Se puede dividir los "Esbozos e impresiones" de Matos en dos grupos[1]: los que se refieren al escenario nativo del norte de Croacia y los relacionados con la inteligentsia, que por regla general estaba alterada mental y psicológicamente. La serie "nacional" fue escrita en su mayor parte, primero, antes de que el autor se liberara de sus preocupaciones estrictamente patrióticas y de que recibiera el fuerte influjo de algunos escritores occidentales (particularmente Baudelaire, Poe y Barrès).
Su sketch popular "Un retrato de la Patria" (1895) se representó en la plaza Jelacic.* Es un breve diálogo en el que intervienen dos vendedores, marido y mujer; la caballería húngara le da muerte a ésta en el mismo lugar, y el marido, dolorido, bebe en exceso, muere y lo entierran con ella. El autor logra en sólo tres páginas expresar el disgusto de los croatas con los húngaros, que se comportan cruelmente con quienes no obedecen sumisamente sus órdenes.
La narrativa de Matos sobre sus reminiscencias juveniles (Hace tiempo..." 1900) trata, por la menos, de separar la temática. Primero describe a sus colegas, con los cuales solía visitar la curia del sacerdote católico, su pariente; siendo todos partidarios fervientes de Kvaternik y Starcevic,** hablan constantemente de política y de la miserable situación del pueblo croata. Luego, el autor confía, mediante un apropiado vocabulario lírico, cuán hondamente estaba interesado en la muchacha Smiljka, mentalmente trastornada, para quien escribió su primer poema en su nativo dialecto kajkavski (Nocturno de Hrastovec). Smíljka murió mientras él estaba estudiando en Viena, y cinco años después, en el cementerio del pueblo, evoca su personalidad inocente e inspiradora.
En dos de esos cuentos "locales" Matos expresa su desdén por los nobles, tanto nativos como extranjeros: mientras que en Mejores deseos (1896) un viejo e imprudente noble con su vergonzosa conducta causa la muerte de una supersensible y orgullosa chica, en otro cuento, Frescos Prezels (1897), un engreído conde alemán, comandante del ejército, debido a su crueldad y deshonestidad pierde su puesto y se ve obligado a vender la garrapiñada barata; por otro lado, un estudiante-soldado, algo vago pero de buen corazón y valiente, a quien el conde había a menudo humillado e incluso encarcelado, encuentra la dicha casándose con una maestra. Este fin es insólito para Matos, pues hay tan poca alegría en sus cuentos que regularmente tienen un final dramático e inesperado.


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