Saturday, 25 June 2016

Croacia: Mito y Realidad - Mito: Los buscadores de fascismo


CROACIA: MITO Y REALIDAD

C. Michael McAdams

INDICE

  • Prefacio del autor a la tercer edición
  • Introdución
  • Croacia y los croatas
  • Mito: "Los croatas pidieron entrar en Yugoslavia
  • Mito: "Un terrorista croata ustase asesinó al rey Alejandro
  • Mito: "Todos los croatas eran fascistas durante la Segunda Guerra Mundial; todos los serbios eran pro-aliados
  • Mito: "El canasto de ojos humanos"
  • Mito: "Murieron dos millones de serbios"
  • Mito: "Los croatas ejecutaron docenas de aviadores estadounidenses"
  • Mito: "No hubo venganza contra los croatas después de la Segunda Guerra Mundial"
  • Mito: "Las fronteras se trazaron para favorecer a Croacia"
  • Mito: "El idioma serbo-croata"
  • Mito: "Tudjman y Milosevic son conversos tardíos del comunismo a la democracia"
  • Mito: "Los serbios no tenían derechos garantizados en Croacia"
  • MITO: "LOS BUSCADORES DE FASCISMO"

    Mito: La República de Croacia cambió nombres de calles para honrar a criminales de guerra y fascistas. Las calles de Croacia están llenas de símbolos nazis y fascistas. El Gobierno croata intentó destruir documentos del Holocausto. Virtualmente todo en Croacia está conectado con el fascismo.
    Realidad: Como lo hicieron todos los países que emergieron del comunismo, Croacia quitó símbolos y nombres marxistas de lugares públicos, reemplazándolos con otros que representan la historia y cultura croatas. No hay símbolos fascistas en las calles de Croacia. No hubo ningún intento de destruir documentos sobre el Holocausto. El fascismo no fue glorificado en Croacia.
    Buscar fascismo en Croacia: un entretenimiento periodístico
    Durante años los izquierdistas del mundo advertían sobre la resurrección del fascismo, pero sólo después de la caída del Muro de Berlín esa amenaza llegó a ser una realidad. A mediados de la década de los `90, grupos neo-nazis surgieron desafiantes en toda Alemania, especialmente en el anterior Este comunista. El Parlamentos italiano tenía representantes de renacidos partidos fascistas, seis de los cuales eran miembros del Gobierno. Un miembro de la familia Mussolini era nuevamente un poder político a tener seriamente en cuenta y el fascista Movimiento Socialista Italiano crecía en todo el país. En abril de 1996 el movimiento derechista "Llama Tricolor" ganó 23 bancas en el Senado italiano y 34 en la Cámara de Diputados.
    El ex presidente francés Francois Mitterrand, ya fallecido, reveló que había sido fiel colaboracionista del régimen pro-nazi de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial, dirigido por el mariscal Pétain, cuya memora sigue siendo honrada por muchos en Francia. En las elecciones de 1994 y 1995 candidatos de derecha ganaban en toda Europa occidental, especialmente en Bélgica y Austria. Un candidato de derecha que alabó a la ética de trabajo de la Alemania nazi obtuvo el 23 por ciento del voto en Austria. Con tal actividad en Alemania, Austria e Italia, donde el fascismo nació y floreció, quizá parezca extraño que tantos en la prensa occidental se dediquen a una frenética búsqueda de fascismo en la pequeña Croacia. Parecería además especialmente extraño, dado el hecho de que el Presidente de Croacia y muchos de sus hoy funcionarios lucharon contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. La razón de la incansable búsqueda del fascismo en Croacia puede encontrarse en la propaganda serbia de los 50 años anteriores.
    Hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, los cetniks serbios, que habían en gran medida colaborado con las fuerzas alemanas e italianas, se pasaron a los partisanos en masa, especialmente tomando control del Ejército y del Gobierno en 1945. Las leyendas iniciadas por el gobierno yugoslavo monárquico en 1942 crecieron bajo los comunistas en el período de la postguerra. Con cada monumento, cada nombre de calle, cada libro y cada film se ensalzaba el rol de los partisanos serbios, se despreciaba el papel jugado por los odiados ustase croatas y se ignoraba el rol de los cetniks.
    Basándose en la limitada información accesible desde la capital serbia, Belgrado, la mayoría de los escritores e historiadores occidentales, y aun algunos croatas, aceptaron estos mitos y los difundieron por el mundo. Fuera de la Yugoslavia comunista, en la mayor parte de Occidente, la misma palabra croata llegó a ser asociada con nazismo, malignidad y terrorismo. En 1974 un periodista estadounidense escribió: "Aquellos que se llaman a sí mismo `croatas' son todos yugoslavos que colaboraron con los nazis". En Croacia el exhibir el antiquísimo escudo croata de armas sin la obligatoria estrella roja sobre él, o aun entonar el Himno Nacional, escrito en los años `30 del siglo XIX, pasaron a ser crímenes penados con prisión. La notoria cárcel de Goli Otok (La Isla Desnuda) llegó a ser conocida como "la prisión de los cantores".
    Símbolos fascistas
    Cuando Croacia obtuvo nuevamente su independencia en 1991, quitó la odiada estrella roja de su escudo y la reemplazó en su bandera por el escudo tradicional con el dibujo de tablero de ajedrez que fue usado por siglos, la prensa occidental enloqueció de indignación. Un columnista describió a las calles de Zagreb como "inundadas por el escudo y otros venerados símbolos fascistas".
    Empero, el escudo fascista, el Fasces, no podía encontrarse en ninguna parte de Croacia, pero sí era el símbolo del Senado de los Estados Unidos. Aquellos que calificaron al antiquísimo tablero de ajedrez de 25 cuadros como un símbolo fascista, aparentemente no sabían que había sido usado por los anteriores regímenes serbios, tanto monárquico como comunista. Aparentemente pasó a ser fascista sólo cuando se le quitó la estrella roja.

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  • Mito: "El escudo croata es un símbolo fascista"
  • Mito: "En busca del hurón fascista"
  • El Mito Final: "Yugoslavia" 
  • Bibliografía 
  • El autor

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