Krizanic – Strossmayer – Mandic
Tres insignes apóstoles de la reunión de los cristianos disidentes eslavos
Bonifacio Perovic, Buenos Aires
Studia Croatica volumen 6, año 1962
Hemos de señalar, ante todo, que el presente trabajo no se refiere a los intentos unionistas en las tierras croatas, sino a los tres insignes "operarios en la viña de la unión" -Krizanic, Strossmayer y Mandic-, quienes por su genio, actividad y celo abarcaron a todas las Iglesias eslavas separadas. Tampoco es aceptable condicionar la reconciliación, es decir, una obra eminentemente espiritual, al destino temporal de dichos pueblos, a saber, con consideraciones político-nacionales y con la unidad de la civilización. Por añadidura, el movimiento de la solidaridad de los pueblos eslavos en lo político debe considerarse dirimido hoy día por no haber podido resistir la prueba del tiempo, el rigor científico, y por no tener arraigo en el sentimiento de los respectivos pueblos. Quienes siguen propugnándolo son los aprovechadores políticos, mientras que la forma brutal en que se implantó últimamente como el paneslavismo rojo, lo desacreditó definitivamente.
Nuestro tema, pues, tiende a poner de relieve a los tres más destacados precursores y apóstoles de la unión de las Iglesias eslavas separadas, quienes, a pesar de algunos errores de estimación, fueron hombres de elevado espíritu, de un incansable fervor apostólico, de un optimismo que asombra y de una vasta visual que sobrepasa los límites de su patria, comprendiendo en sus afanes a todos los eslavos y ansiando verlos reunidos en "unum ovile" con "unus Pastor".
Dos de ellos fueron insignes representantes del movimiento eslavo; Krizanic es considerado precursor del paneslavismo, mientras que Strossmayer actuó durante el romanticismo europeo cuando el movimiento de la solidaridad eslava estaba en su apogeo. Por tal motivo, la obra sobresaliente de ambos es actualmente muy discutida entre los croatas, aunque en su favor podemos aducir que no pudieron tener los conocimientos científicos ni las experiencias de que disponen las nuevas generaciones. Además, cabe destacar que, a diferencia de los demás eslavófilos, quienes en última línea perseguían objetivos nacionales y políticos, los propósitos de los tres precursores croatas tomaron inspiración en el optimismo intrínsecamente ecuménico, que nunca dejó de confiar en el retorno de los hermanos separados. Si los dos primeros creyeron poder afianzar el retorno sirviéndose también de la afinidad eslava, es decir, de los recursos del orden temporal, el siervo de Dios, P. Leopoldo Mandic, impulsado por el mismo fervor y el optimismo católico, emprendió el camino directo de la gracia sobrenatural sin otras consideraciones.
El tema abordado vuélvese actual en momentos en que el anuncio del II Concilio Vaticano viene a suscitar un vivo interés y un vasta movimiento en la búsqueda de la unión cristiana.
Nuestros tres precursores tienen bien merecido el interés que se le presta hoy día, por haber mantenido encendida entre los eslavos la antorcha del anhelo "ut omnes unum sint", obrando en distintos siglos: Jorge Krizanic en el siglo XVII, José Jorge Strossmayer en el siglo XIX, y el siervo de Dios P. Leopoldo Mandic en el siglo XX.
Jorge Krizanic
Jorge Krizanic[1], nacido en Ribnik, cerca de Karlovac, Croacia, en 1618, descendía de una antigua familia de la nobleza castrense. Hizo sus estudios en Viena, Bolonia y Roma, donde fue alumno del Colegio de San Atanasio, dependiente de la Sacra Congregación "De Propaganda Fide". Ya de estudiante se entusiasmaba por la reunión de las Iglesias, y por eso en 1640 se traslada de Bolonia a Roma, a fin de poder dedicarse con más ahínco a los problemas inherentes a la unión, lo que desde este momento viene a ser el ideal de su vida. Graduado que fue, escribió un tratado titulado "Bibliotheca Schismaticorum", que se conserva en la biblioteca de Santa María Sopra Minerva, en Roma, según lo afirma H. Iswolsky[2] y evidencia la extraordinaria erudición del joven sacerdote.
El problema de la reunión, Krizanic no lo enfocará tan sólo desde punto de vista misionero, sino también lingüístico, político, socioeconómico y, sobre todo, cultural.
Artículo completo: http://www.studiacroatica.org/revistas/006/00602.htm
Tuesday 25 October 2011
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