Querido Ascenso
¿El mejor de la historia?
08:20|Tomás Carlovich, el Trinche, es el actual técnico de Central Córdoba de Rosario. Muchos lo consideran el mejor jugador que tuvo el fútbol de los sábados. ¿Está por arriba de todos?
Tomás Felipe Carlovich cumplió en abril 60 años y hace menos de 15 días asumió, por ahora en forma interina, la dirección técnica de Central Córdoba de Rosario. El Trinche puede pasar inadvertido para las nuevas generaciones del fútbol de Ascenso, pero ese hombre que ahora da indicaciones desde el banco recibió todos los elogios posibles, incluso del mejor jugador de todos los tiempos, Diego Maradona. "Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich, así que ya no sé... Me dijeron que la dejaba así de chiquitita", dijo el Diez cuando llegó a la ciudad santafesina para jugar en Newell's Old Boys, en 1993. Lamentablemente no hay imágenes en video para admirar a este volante central, zurdo, talentoso, que hizo del "caño de ida y vuelta" un poema.
El sitio de privilegio que ocupa Carlovich en la consideración general también podrían ocuparlo otros talentosos que jugaron bastante en el Ascenso. Para completar una primera lista de 10 nombres, se podría agregar al Colorado Alejo Escos, el Nene Juan Carlos Díaz, el Beto Alberto Pascutti, al Beto Juan Carlos Horvath, el Chiqui José Ubeda, al Pepe Fabián Castro, a Pablo Cameroni, el Uruguayo Germán Villagrán o a José Luis Garrafa Sánchez. Aunque seguramente la enorme cantidad de hinchas del fútbol de Ascenso tendrá sus propios nombres para sumar a esta lista.
El mito de Carlovich creció de boca en boca y fue imparable. El Trinche se inició en Rosario Central pero apenas jugó un partido en Primera. Después estuvo en Flandria, Independiente Rivadavia, Deportivo Maipú y Colón (4 partidos en la A en 1977), pero era en Central Córdoba donde estaba su lugar en el mundo. Allí, en las canchas de Primera C, deslumbró a propios y extraños. Fue campeón de la C en 1973 y después, ya en la última parte de su carrera, logró un nuevo ascenso de C a la B en 1982.
Fue elogiado por Menotti, Marcelo Bielsa, Carlos Timoteo Griguol, José Pekerman y Jorge Solari. Por todos. Por ejemplo, en la biografía que aparece en el diccionario Olé de Ascenso se dice sobre él: "Era un zurdo capaz de hacer todos los lujos y de ponerle fantasía al juego. Pisador hasta la cargada y gambeteador hasta la insolencia, fue de esos jugadores que no se consiguen en la actualidad e hizo un culto del caño y el sombrerito. Los rivales no lo atoraban demasiado por temor al papelón. Muchas veces, solía tirar el 'caño de ida y vuelta' para sacarse de encima la marca y generar la ovación de la hinchada". Cuando llegó a jugar a Mendoza ya se conocían sus hazañas en el Charrúa y el diario Los Andes tituló: "Llega el Rey".
El técnico rosarino Jorge Solari, el día que Carlovich recibió un homenaje, dijo: "El Trinche era un jugador dotado técnicamente pero igual un poco indisciplinado, jeje. Estoy conmovido por estar en su homenaje. Tenía rasgos de Diego Maradona". César Luis Menotti dijo que "Carlovich fue uno de esos pibes de barrio que, desde que nacen, tiene como único juguete la pelota. Era impresionante verlo".
El 17 de abril de 1974, la Selección Argentina que se preparaba para jugar el Mundial de Alemania disputó un amistoso con un combinado rosarino. Carlos Timoteo Griguol y Juan Carlos Montes fueron los técnicos que eligieron poner en la cancha a cinco jugadores de Newell's, cinco de Central y, por supuesto, a Carlovich.
Cuando finalizó el primer tiempo el combinado ganaba 3-0, con un baile histórico y una actuación soberbia de Carlovich. Dicen que el técnico argentino Vladislao Cap pidió que sacaran a "ese cinco". El combinado rosarino finalmente ganó 3-1. El diario La Tribuna de Rosario tituló al otro día: "Con Carlovich es un precio, sin Carlovich es otro". En la revista El Gráfico, apareció un recuadro que decía: "Un tal Carlovich", y allí apareció un testimonio de Griguol: "Es un fenómeno de jugador, pero no le gusta el sacrificio, por eso no triunfó. Jugaba conmigo en Central y prefería irse de caza o de pesca. ¡Qué lástima!". Clarín le hizo una nota el 25 de abril. "Carlovich. El que la rompió contra la Selección", tituló el diario. Y en el arranque se preguntaba. ¿Quien es Carlovich? Si hace una semana le hubierámos hecho esa pregunta a cualquier aficionado del fútbol, la mayoría hubiera tardado mucho en responder. Pero la selección fue jugar con el combinado rosarino y todo el periodismo habló del Nro. 5, principal intérpretre de la orquesta que bailó al representativo nacional. La rompió. Toque, túnel, gambeta. Es un superhabilidoso. De esos que llevan la pelota atada y parece imposible que se la quiten".
Según las estadísticas de Julio Rodríguez, periodista, historiador y actual jefe de prensa de Central Córdoba, Carlovich jugó 9 temporadas en cuatro diferentes etapas (1972-74, 1978, 1980-83 y 1986) un total de 236 partidos y marcó 28 goles.
La mirada propia
"Yo tengo un tipo de juego y me preparo a conciencia para rendir. Pero no te voy a negar que a veces me gusta hacerme la rabona. Creo que eso le pasa a todos los jugadores que sienten el fútbol como yo. Los entrenamientos dejan der ser juego" (Clarín, abril de 1974).
"Yo hacía que me marquen a mi, yo no me preocupaba por la marca" (Revista XXI, de setiembre de 1998)
"Me pone contento cuando me comparen con Maradona". (Página 12, enero de 2005)
"Es cierto que me sentaba en la pelota durante el partido. Pero no era una provocación. Por ahí ellos no presionaban y yo estaba cansado, ja" (Olé, diciembre de 2005)
La mirada de los otros
"El Trinche anticipó cosas que después se le vieron a Borghi. Coincido en que fue uno de los mejores jugadores del país" (Roberto Fontanarrosa, en Olé, diciembre de 2005).
"Carlovich teniá condiciones técnicas únicas. Al marcarlo, el tipo desaparecía por cualquier lado y con él desaparecía el balón" (Carlos Griguol, en Olé, diciembre de 2005).
"Cuando jugué en Sarmiento de Junín, en el Ascenso, me enamoré de Carlovich. Fue el mejor jugador que vi antes de llegar a Primera. Un astro, me hubiera gustado ser como él" (Daniel Passarella, en El Gráfico, noviembre de 1998).
"Todos los técnicos que tuve durante mi carrera (Menotti, Labruna, Lorenzo) lo quisieron incorporar a sus equipos, pero el Flaco nunca le gustó dejar Rosario; una verdadera lástima. En Mendoza me cuentan que una vez lo convocaron apra que jugara en un Combinado local y se juntó con Víctor Letrotaglie, otro malabarista del fútbol. No les podían sacar la pelota" (Leopoldo Jacinto Luque, en El Gráfico, noviembre de 1998).
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El mito de Carlovich creció de boca en boca y fue imparable. El Trinche se inició en Rosario Central pero apenas jugó un partido en Primera. Después estuvo en Flandria, Independiente Rivadavia, Deportivo Maipú y Colón (4 partidos en la A en 1977), pero era en Central Córdoba donde estaba su lugar en el mundo. Allí, en las canchas de Primera C, deslumbró a propios y extraños. Fue campeón de la C en 1973 y después, ya en la última parte de su carrera, logró un nuevo ascenso de C a la B en 1982.
Fue elogiado por Menotti, Marcelo Bielsa, Carlos Timoteo Griguol, José Pekerman y Jorge Solari. Por todos. Por ejemplo, en la biografía que aparece en el diccionario Olé de Ascenso se dice sobre él: "Era un zurdo capaz de hacer todos los lujos y de ponerle fantasía al juego. Pisador hasta la cargada y gambeteador hasta la insolencia, fue de esos jugadores que no se consiguen en la actualidad e hizo un culto del caño y el sombrerito. Los rivales no lo atoraban demasiado por temor al papelón. Muchas veces, solía tirar el 'caño de ida y vuelta' para sacarse de encima la marca y generar la ovación de la hinchada". Cuando llegó a jugar a Mendoza ya se conocían sus hazañas en el Charrúa y el diario Los Andes tituló: "Llega el Rey".
El técnico rosarino Jorge Solari, el día que Carlovich recibió un homenaje, dijo: "El Trinche era un jugador dotado técnicamente pero igual un poco indisciplinado, jeje. Estoy conmovido por estar en su homenaje. Tenía rasgos de Diego Maradona". César Luis Menotti dijo que "Carlovich fue uno de esos pibes de barrio que, desde que nacen, tiene como único juguete la pelota. Era impresionante verlo".
El 17 de abril de 1974, la Selección Argentina que se preparaba para jugar el Mundial de Alemania disputó un amistoso con un combinado rosarino. Carlos Timoteo Griguol y Juan Carlos Montes fueron los técnicos que eligieron poner en la cancha a cinco jugadores de Newell's, cinco de Central y, por supuesto, a Carlovich.
Cuando finalizó el primer tiempo el combinado ganaba 3-0, con un baile histórico y una actuación soberbia de Carlovich. Dicen que el técnico argentino Vladislao Cap pidió que sacaran a "ese cinco". El combinado rosarino finalmente ganó 3-1. El diario La Tribuna de Rosario tituló al otro día: "Con Carlovich es un precio, sin Carlovich es otro". En la revista El Gráfico, apareció un recuadro que decía: "Un tal Carlovich", y allí apareció un testimonio de Griguol: "Es un fenómeno de jugador, pero no le gusta el sacrificio, por eso no triunfó. Jugaba conmigo en Central y prefería irse de caza o de pesca. ¡Qué lástima!". Clarín le hizo una nota el 25 de abril. "Carlovich. El que la rompió contra la Selección", tituló el diario. Y en el arranque se preguntaba. ¿Quien es Carlovich? Si hace una semana le hubierámos hecho esa pregunta a cualquier aficionado del fútbol, la mayoría hubiera tardado mucho en responder. Pero la selección fue jugar con el combinado rosarino y todo el periodismo habló del Nro. 5, principal intérpretre de la orquesta que bailó al representativo nacional. La rompió. Toque, túnel, gambeta. Es un superhabilidoso. De esos que llevan la pelota atada y parece imposible que se la quiten".
Según las estadísticas de Julio Rodríguez, periodista, historiador y actual jefe de prensa de Central Córdoba, Carlovich jugó 9 temporadas en cuatro diferentes etapas (1972-74, 1978, 1980-83 y 1986) un total de 236 partidos y marcó 28 goles.
La mirada propia
"Yo tengo un tipo de juego y me preparo a conciencia para rendir. Pero no te voy a negar que a veces me gusta hacerme la rabona. Creo que eso le pasa a todos los jugadores que sienten el fútbol como yo. Los entrenamientos dejan der ser juego" (Clarín, abril de 1974).
"Yo hacía que me marquen a mi, yo no me preocupaba por la marca" (Revista XXI, de setiembre de 1998)
"Me pone contento cuando me comparen con Maradona". (Página 12, enero de 2005)
"Es cierto que me sentaba en la pelota durante el partido. Pero no era una provocación. Por ahí ellos no presionaban y yo estaba cansado, ja" (Olé, diciembre de 2005)
La mirada de los otros
"El Trinche anticipó cosas que después se le vieron a Borghi. Coincido en que fue uno de los mejores jugadores del país" (Roberto Fontanarrosa, en Olé, diciembre de 2005).
"Carlovich teniá condiciones técnicas únicas. Al marcarlo, el tipo desaparecía por cualquier lado y con él desaparecía el balón" (Carlos Griguol, en Olé, diciembre de 2005).
"Cuando jugué en Sarmiento de Junín, en el Ascenso, me enamoré de Carlovich. Fue el mejor jugador que vi antes de llegar a Primera. Un astro, me hubiera gustado ser como él" (Daniel Passarella, en El Gráfico, noviembre de 1998).
"Todos los técnicos que tuve durante mi carrera (Menotti, Labruna, Lorenzo) lo quisieron incorporar a sus equipos, pero el Flaco nunca le gustó dejar Rosario; una verdadera lástima. En Mendoza me cuentan que una vez lo convocaron apra que jugara en un Combinado local y se juntó con Víctor Letrotaglie, otro malabarista del fútbol. No les podían sacar la pelota" (Leopoldo Jacinto Luque, en El Gráfico, noviembre de 1998).
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Joza Vrljicak – Master in Economics (Concordia U, Montreal) joza.vrljicak@gmail.com
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