Thursday, 27 April 2017

009 Con los croatas de Sud América (1929-1931) - Dr. Vjekoslav Vrančić

Capítulo 4. BRANKO JELIĆ

Poco tiempo después de regresar a Buenos Aires, experimenté una agradable sorpresa: el primer encuentro con el Dr. Branko Jelić, si bien aún era joven, ya era uno de los miembros más destacados de la emigración política croata[1].

Escribiendo estas líneas, después de más de cincuenta años de esa primera reunión con mi amigo Branko, como todos le llamábamos, es mi deseo de establecer con mayor precisión las fechas de su llegada a América del Sur, primero a Montevideo y luego a Buenos Aires. Pero a pesar del esfuerzo no pude, por desgracia, completar la tarea con éxito. Justo en ese momento, en febrero de 1931, yo estaba a Chile, así que se me escapan algunos detalles, y los testigos directos y fiables, el Ing. Kolusi, su esposa la Sra. Mizzi y el Prof. Žuvanić, a los que yo podría preguntar, están ya fallecidos.

Usando la memoria y con el apoyo de algunos hechos concretos, llegué a la conclusión de que Branko llegó a Montevideo a más tardar a principios de febrero, y a Buenos Aires en la segunda parte de marzo de 1931.

Los hechos que hablan de eso, fueron los siguientes:

En el número de febrero de 1931 del periódico mensual "Croacia", el ingeniero Kolusi publicó la traducción al español de un artículo, que había sido publicado por Branko durante su estadía en Europa. El artículo fue escrito para la revista "Budućnost - El futuro", boletín para los emigrantes en la Yugoslavia del confinado Svetozar Pribićević, presidente del Partido Demócrata Independiente[2]

En un extenso artículo, Branko muestra la excitación y el desarrollo histórico de la política anti-croata de los serbios que vivían en Croacia y el cambio de posición de su liderazgo, que se produjo después del asesinato de junio en la Asamblea de Belgrado. El mismo consistió en el abandono de los pensamientos gran-serbios y la promoción de la autonomía estatal de Croacia. No hay duda de que el mismo Branko presentó o, probablemente entregó, el texto de su artículo a Kolusi, después de haberlo contactado personalmente al llegar a Montevideo.

Considerando el tiempo necesario para establecer el contacto, la traducción al español del extenso artículo, su composición, corrección e impresión, se concluye que para poder publicarlo en el número de febrero, el ingeniero Kolusi recibió el texto original, a más tardar a mediados de febrero de 1931. Por lo tanto, podemos decir que Branko llegó a Montevideo a comienzos de ese mes y año.

Para confirmar el tiempo de llegada de Branko a Buenos Aires, hay dos buenas indicaciones. Según ellos, Branko podría haber llegado a Argentina, probablemente a mediados de marzo de ese año.

Durante la estadía de Branko en Montevideo, el 22 de febrero, agentes de la policía de Zagreb habían matado al científico croata, miembro del Partido Croata del Derecho y profesor universitario, Dr. Milan Šufflay. En esa ocasión, Branko con su firma escribió en la publicación "Croacia" de Kolusi un emotivo artículo de despedida del amigo asesinado.
La traducción del artículo, publicado en la edición de abril del boletín de Kolusi, decía "Montevideo, marzo de 1931", sin mencionar el día, pero tuvo que ser escrita inmediatamente después del asesinato, que entonces había sacudido profundamente a toda la opinión pública croata en Croacia y en la emigración y conmocionó también a los círculos eruditos y literarios europeos.

Por lo tanto, algún tiempo después del asesinato de Šufflay, en marzo, Branko todavía estaba en Montevideo.

Luego de eso, Branko, el 12 de abril de 1931, fue el orador principal en una gran asamblea de protesta que se realizó en el Gran Buenos Aires, donde se manifestaron contra la dictadura real sobre Croacia y en contra de los crímenes cometidos sobre de los dirigentes políticos croatas, especialmente contra el reciente asesinato del Dr. Milan Šufflay.
Teniendo en cuenta las dificultades que Branko encontró después del desembarco en Buenos Aires, podemos suponer con seguridad que necesitó algunos días para superar esas dificultades, obtener el permiso de residencia en Argentina y tener la calma necesaria para poder ser el orador principal en una gran reunión política.

De todo esto, se puede concluir que Branko llegó a Buenos Aires en marzo de 1931 [3].
Fue en ese tiempo cuando mi amigo Kolusi me llamó por teléfono y me invitó a su casa a cenar. Desde el centro de la ciudad, donde me había mudado, fui en tren a Vicente López, suburbio residencial, donde en la calle Segurola 675 mi amigo tenía su pequeña residencia.
Cuando la tía de la Sra. Kolusi me hizo pasar a la sala, encontré en ella, además del ingeniero y su esposa, a otro hombre joven, alto y bien parecido.

Después de intercambiarnos saludos, la señora y el Ing. Kolusi me miraban con curiosidad y sonrientes, y cuando me di cuenta, pregunté:

—¿Dr. Jelić? —
Entonces los dos se sonrieron y respondieron a mi pregunta afirmativamente. Saludé al Dr. Jelić y el fuerte apretón de sus manos lo sentí toda la noche.
El Ing. Kolusi ya me había dicho discretamente que el Dr. Jelić se encontraba en Montevideo, donde estaba tratando de conseguir el visado de entrada a la Argentina, así que por eso no era difícil de adivinar que el hombre joven y corpulento, a quien yo no conocía, podría ser el Dr. Branko Jelić.

Luego, durante la conversación, que duró hasta altas horas de la noche, me enteré de los problemas que Branko tuvo en ocasión de su llegada a Buenos Aires. Como todos nosotros en ese momento, tampoco Branko había podido conseguir un visado de entrada para la Argentina, por lo que fue a Uruguay, con la esperanza de que de alguna manera llegaría a la Argentina. Branko llegó a Uruguay en momentos en que Argentina estaba en el poder una dictadura militar, y Montevideo estaba llena de refugiados líderes de la oposición, entre ellos unos pocos comunistas, desde donde luchaban contra el gobierno militar.

Al enterarse por sus agentes en Montevideo de que el Dr. Branko Jelić llegó a Uruguay, desde donde tenía la intención de cruzar a la Argentina, la Misión de Yugoslavia en Buenos Aires, aprovechó la oportunidad para denunciar a las autoridades argentinas que el revolucionario croata, Dr. Branko Jelić, se había puesto en contacto con los comunistas argentinos, para quienes iría a transferir armas de Montevideo a Buenos Aires. Por lo tanto había advertido que impidieran su llegada a la Argentina.

Al recibir tal advertencia, las autoridades argentinas decidieron actuar de otra manera: le otorgaron la visa de entrada al Dr. Jelić, de modo de atraparlo in fraganti, y averiguar los canales utilizados por los comunistas.

Informado sobre la entrega de los permisos de entrada, Branko retiró la visa en el consulado en Montevideo, informó al Ing. Kolusi y una mañana apareció en el puerto de Buenos Aires, donde lo esperaban el Sr. y la Sra. Kolusi, que lo alojaron en una pensión en el centro de la ciudad.

Al día siguiente, el cauteloso Branko notó la sombra de alguien que lo seguía, así que lo comenzó a esquivar con habilidad. Después de escoltarlo varios días sin éxito buscando canales secretos, la policía decidió detener al Dr. Jelić para interrogarlo. Cuando Branko se dio cuenta de qué se trataba, pidió que se informara al Ing. Kolusi de su arresto, lo que la policía aceptó. Entonces Kolusi y el Prof. Žuvanić explicaron a la policía, de qué se trataba realmente, y dieron garantías sobre Branko, tras lo cual fue puesto en libertad y se le permitió su actividad política dentro de los grupos nacionales croatas en Argentina.

El Dr. Branko Jelić comenzó su actividad política en Argentina con la aparición pública en la manifestación croata mencionada, llevada a cabo el 12 de abril de 1931 en el gran salón de actos de la empresa "Compañía Hispano-Argentina de Electricidad", en Dock Sud, un suburbio de Buenos Aires, donde vivía la mayoría de los obreros croatas en ese entonces. La asamblea fue abierta por Ante Franičević; los oradores fueron: el Prof. Ivan Žuvanić, el periodista Mate Rebac, el técnico dental Mario Majnarić, el Dr. Branko Jelić y el Ing. Ivo Marion- Kolusi.

La Asamblea aprobó una resolución, por la que se protestaba contra el asesinato del profesor Dr. Milan Šufflay y otras víctimas de la dictadura del rey Alejandro. Desde el mismo lugar, se dirigió un llamamiento al Secretario General de la Liga de las Naciones, Sir Eric Drummond, exigiendo que la Liga, en pro de la paz, tomara medidas para poner fin a los crímenes contra el pueblo croata y obligara a Serbia a abandonar las tierras de los croatas para que éstos pudieran establecer su propio Estado.[4]

En esta ocasión, el Dr. Branko Jelić pidió a los croatas de Argentina que se organizaran políticamente. Un mes después, el 24 de mayo de 1931, tuvo lugar en Avellaneda, un suburbio de Buenos Aires, una reunión, en la que se estableció la primera filial del "Hrvatski Domobran" (Defensa del Hogar Croata). El 12 de junio salió el primer número del boletín con el mismo nombre de la Sociedad, como semanario de 8 páginas[5].

Con una energía nunca vista y con una rara capacidad organizativa, Branko comenzó a trabajar en establecer nuevas filiales del "Hrvatski Domobran", que cada semana estaban surgiendo en los barrios del Gran Buenos Aires, en el interior de la Argentina, en Uruguay y también en Brasil. Así que los días 12 y 13 de septiembre de 1931, solo cuatro meses después del establecimiento de la primera filial en Avellaneda, pudo celebrarse un gran Congreso de Croatas de América del Sur, que eligió la Autoridad Central del "Domobran croata", envió un memorando telegráfico a Sir Eric Drummond, Secretario General de la Liga de las Naciones, y aprobó una resolución para la opinión pública.

La importancia de la organización, que fue creada gracias al Dr. Branko Jelić, se puede advertir en la composición de la Junta Directiva de la sociedad, la cual consistía de: la junta de Jefatura (Starješinstva) (5 personas), Secretaría (5), Tesorería Principal (3), Empresarios (1), Vocales (25), Vocales suplentes (19), Consejo de Supervisión (4) y Tribunal de Honor (3).

A la cabeza de la organización estaban: el Prof. Ivan Žuvanić, Jefe principal; Ante Valenta, Secretario General; el Ing. Ivan Marion-Kolusi, Tesorero; el Ing. Rudolf Miletić, Presidente del Consejo de Supervisión; el Ing. Romano Pezelj, Presidente del Tribunal de Honor. Los miembros de la Junta y sus suplentes representaban a las filiales de Argentina, Uruguay y Brasil[6].

Desde mi primera reunión en la casa del Ingeniero Kolusi, a finales de marzo de 1931 hasta mi salida de Argentina, a finales de agosto de ese año, me reuní varias veces con Branko y fui testigo del entusiasmo con el que reunía a los croatas en América del Sur. Sus éxitos eran realmente grandes e inesperados.

Como conocedor de la situación de aquel entonces en Argentina y Uruguay, puedo decir, que a este éxito contribuyeron circunstancias tanto objetivas como subjetivas.
La emigración croata, que después de la creación del Estado de los Serbios, Croatas y Eslovenos (SHS) llegó a la América del Sur, provenía principalmente de las zonas rurales. Ésta sintió directamente en su propia piel las consecuencias del poder serbio en las regiones croatas: el trato inhumano del ejército, la pesada carga tributaria, la crueldad armada, los problemas cotidianos con la administración, los precios injustos al que compraban el tabaco y un sinnúmero de dificultades diarias. Pero el efecto más fuerte en su alma lo tuvo el crimen cometido contra los representantes nacionales croatas en Belgrado, así como la muerte de Stjepan Radić. Impotente, sin poder hacer nada por su patria, la emigración croata saludó con entusiasmo la llegada del Dr. Branko Jelić y rápidamente respondió a su llamado para integrarse a la organización.

Esto en cuanto a las circunstancias objetivas, mientras que respecto de las subjetivas, debe destacarse la aparición de Branko, joven y apuesto, distinguido, amable y paciente, y no menos el hecho de que en Buenos Aires ganaba su pan como médico, gracias a la amabilidad de su colega argentino, el Dr. Guillermo Bachema, quien puso a su disposición el consultorio que tenía en la calle Necochea 1053, en el barrio de La Boca.

Con Branko quedé en estrecha relación hasta mi regreso a Europa, cuando de acuerdo a su consejo, elegí un camino que fue el factor determinante de mi vida posterior.




[1] Branko Jelić nació el 28 de febrero de 1905 en Dolac Donji, Poljica, Dalmacia. Murió el 31 de mayo de 1972 en Berlín.
[2] El periódico "Budućnost" se editaba en Berlín, Alemania. Lo editaba Petar Gruber, miembro del Partido Demócrata Independiente.
Muy enfermo de tuberculosis, Gruber a mediados de 1931 entró al servicio de la policía de Belgrado, y el 15 de octubre de este año, trató de asesinar al Dr. Ante Pavelić y le preparó una trampa en un hotel en Munich. (Más información en la revista "Hrvatski Domobran", Buenos Aires, Nº 23, de 14 de noviembre de 1931, p. 1).
[3] En "Hrvatski Domobran - El defensor croata", Buenos Aires, Revista de la organización del mismo nombre, número 52 del 12 VI. 1932, titulado "El Domobran en América del Sur", se presenta la actividad desarrollada durante el primer año de vida de la Sociedad. Sin marcar fechas, el artículo indicaba que el Dr. Branko Jelić había llegado a América del Sur hacía poco más de un año; que había estado durante un mes en Montevideo, donde había recibido la visita del Ing. Kolusi. Desde Montevideo llegó a Buenos Aires.
[4] Un informe detallado de esta Asamblea con el texto de la resolución y el llamamiento a la Liga de las Naciones apareció en la revista "Croacia", publicación oficial de la Sociedad de los Nacionalistas Croatas en la Argentina (Redactor Ing. Ivan M. Kolusi-Šimanović). Buenos Aires Nº 6, Mayo de 1931, págs. 1-7.
[5] Los editores del «Hrvatski Domobran» fueron: el Dr. Branko Jelić desde el 12 de junio de 1931 hasta el 26 de marzo de 1932; el Dr. B. Jelić y Ante Valenta desde el 2 al 16 de abril de 1932; y desde entonces, Ante Valenta.
[6] Un informe amplio del Congreso, con fotos, texto del memorándum y de las resoluciones, se encuentra en "Hrvatski Domobran" (La Defensa del Hogar Croata) número doble 15-16 del 26 de septiembre de 1931.
Informaron sobre el Congreso en forma extensa los siguientes los diarios argentinos: La Prensa, La Razón, Noticias Gráficas, Argentinisches Tageblatt, Il Mattino d´Italia, Buenos Aires Herald, Deutsche La Plata Zeitung y Última Hora.
El Secretario General, Ante Valenta, durante la duración del Congreso todavía estaba en Europa. Llegó a Buenos Aires el 22 de enero de 1932 (Boletín "La Defensa croata", Buenos Aires, número 34, de fecha 30 enero de 1932, p. 6). La función de Secretario General había sido ejercida hasta entonces por el Pro-secretario Franjo Waldgoni.
 
Dr. Vjekoslav Vrančić – Defendimos al Estado



Traducción realizada por el magister José María –Joza– Vrljičak

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El magister José María –Joza– Vrljičak es el director de la revista Studia Croatica desde 1994.

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