Thursday 3 December 2009

Reportaje a Joza Vrljičak - Conducido por Ivo Kravić

Reportaje a Joza Vrljičak
Conducido por Ivo Kravić
Publicado en la revista El Croata Errante

Me parece importante que te haga este reportaje y lo he de resaltar en la introducción, pero como un acto de sinceramiento, te cuento que cuando apareció El croata errante algunos decían en la presentación “sacaste la revista en un momento justo” ya que Studia Croatica pasaba por un momento de transición, pero me alegró, y lo dije durante otra presentación del mismo número en Córdoba, que la revista saliera de su crisis política y continuara. Supongo que esos tiempos de transición no debieron ser fáciles ante los cambios políticos que se avecinaban con la independencia, contame qué pasó porque la etapa anticomunista había terminado y se iniciaba una nueva.

En primer lugar no creo que haya habido una crisis política propiamente dicha. Lo que ocurrió fueron dos cosas. En primer lugar hubo una diferencia de opinión sobre la necesidad de continuar publicando la revista, considerando que el objetivo fundamental había sido alcanzado, o sea se había logrado el establecimiento de la República de Croacia, soberana e independiente. La idea era que dado ese objetivo no hacía falta seguir editando la revista. La otra posición era que si bien se había logrado la independencia de Croacia, esa independencia había que apuntalarla, la guerra no se había terminado ...

Por otra parte en los últimos tiempos se había hecho evidente la necesidad no sólo de hablar sobre Croacia a diversos factores de poder en el mundo, sino de servir de fuente de información para los numerosos croatas y descendientes que no hablan ni leen el idioma croata, y son hispano hablantes. Y estamos hablando de varios cientos de miles de descendientes de croatas en América Latina. Como es sabido, prevaleció la tesitura de que había que seguir publicando la revista. Entonces, pues, ésta fue una cuestión que se planteó específicamente a fines de 1993.
La otra cuestión era la biológica y generacional. Del grupo que fundó y editó la revista iban quedando pocos, y de edad ya avanzada. Estaba claro que si se iba a seguir con la revista, había que encontrar gente más joven que pudiera hacerse cargo.

Hacés referencia a una etapa anticomunista que había terminado. Bueno, yo diría de este modo: lo que se terminó fue el comunismo. Y mucho más importante para nosotros, lo que terminó fue Yugoslavia.


Cuando nació Studia Croatica y quiénes la fundaron…

En el año 1959 en una situación internacional muy desfavorable, un grupo de intelectuales croatas, emigrados políticos con sentido nacional decidieron en Buenos Aires, cambiar la actividad política que llevaban hasta entonces, que estaba orientada hacia adentro de la nación croata, y dirigirse hacia afuera, hacia el mundo que los rodeaba.

En ese círculo de patriotas croatas desde hacía tiempo se había llegado a la convicción de la necesidad de tener un órgano de prensa que en un idioma mundial contrarrestara a las numerosas desinformaciones yugo-comunistas y que difundiera un retrato auténtico de la nación croata, su historia, cultura y su legítimo anhelo de vivir en su propio estado independiente.

Al mismo tiempo, se decidió la fundación de una institución cultural croata, que sería también la patrocinadora de la revista. De ese modo se estableció el Instituto Croata-Latinoamericano de Cultura – ahora Instituto de Cultura Croata como patrocinador de la revista.

El primer presidente del Instituto fue el dr. Božidar Latković. La cuestión financiera se resolvió rápidamente, ya que la redacción y los escritores trabajarían ad honorem, y los gastos de composición, impresión y distribución fueron asumidos por el señor Ivo Rojnica así como parcialmente, al comienzo, por el dr. Mate Luketa.
El señor Ivo Rojnica continuó aportando a este proyecto, no sólo mediante su aporte monetario sino también como fundador y miembro del consejo de redacción, participando activamente en el trabajo de la revista y del Instituto. Asimismo, puso a disposición una oficina en el centro de Buenos Aires para uso de la redacción. Posteriormente otros aportaron también para la edición de la revista, como el señor Miro Kovačić y algunos otros.

Los fundadores de la revista constituyeron también su primer consejo de redacción, y fueron: dr. Andjelko Belić, dr. Milan Blažeković, Ivo Bogdan, prof. Danijel Crljen, dr. Ivo Hühn, Branko Kadić, Srećko Karaman, los hermanos dr. Radovan y dr. Božidar Latković, prof. Vinko Nikolić, dr. Mate Luketa, e Ivo Rojnica, a quienes se agregaron posteriormente el dr. Franjo Nevistić, Ljeposlav Perinić, Vjekoslav Paver, y el dr. Pero Vukota.

Por iniciativa de Ivo Rojnica el grupo comenzó a reunirse en las oficinas del dr. Radovan Latković. Después de considerar exhaustivamente las diversas posibilidades, decidieron lanzar un periódico trimestral en idioma castellano. Se eligió ese idioma en razón del lugar de residencia y la circunstancia de que el idioma castellano no es sólo idioma de Argentina y de gran parte de América del Sud, además de ser uno de los idiomas mundiales más difundidos.

El nombre elegido, Studia Croatica, debía indicar el programa editorial el cual, yendo al encuentro de la propaganda política, de modo científico y documentado desarrollara aspectos históricos, políticos, culturales, sociales y económicos de Croacia y de la nación croata.

Los primeros tres directores de Studia Croatica fueron: Ivo Bogdan (1960-1971), el dr. Franjo Nevistić (1971-1984) y el dr. Radovan Latković (1984-1994). Desde comienzos de 1995 el director soy yo, y en el consejo de redacción se encuentran la dra. Maja Lukač-Stier, el lic. Cristian Šprljan, dra. Adriana Smajić, ing. Ante Turica, dra. Iva Vidić, dra. Marija Vrljičak-Sutter y lic. Carmen Vrljičak, siendo corresponsales el dr. Mateo Martinić Beroš (Chile), dr. Francisco Javier Juez Galvez (España), dipl. iur. Mato Marčinko, prof. Ante Domagoj Petrić (Croacia), Darko Mažuranić (Croacia), prof. Christophe Dolbeau (Francia) y el dr. Vinko Grubišić (Canadá).

Studia marcó una época antes de esa renovación, contame como fue tu incorporación en ese contexto tratándose de que vos eras una persona con aires de renovación, con ideas propias

¿Cómo fue tu inserción? Y quienes estaban en ese momento


En mi trabajo profesional antes de mi acercamiento a Studia Croatica, construí bases de datos en formato electrónico (CD-ROM, Internet no era lo que es hoy, por supuesto) y edité un buen número de libros, también por supuesto, con la ayuda de computadoras. Así que varios años antes de acercarme a Studia Croatica ya tenía la idea de hacer una base de datos con la colección de la revista. Así fue que en diciembre de 1993, el entonces director de la revista, dr. Radovan Latković, convocó a una reunión de los colaboradores de la revista y de otras personas más jóvenes, que iban a ser invitadas a colaborar con la revista. También fueron invitados algunos hombres de negocios con la idea de ver cómo continuaría el financiamiento de la revista, habida cuenta de que quien fue su principal sosten económico, el señor Ivo Rojnica, era justamente de la opinión de que la revista había cumplido su misión y que había que discontinuarla.

Respecto de aires de renovación: Fundamentalmente mi aporte fue tecnológico. Creo que no tenía diferencias fundamentales con quienes dirigían y habían dirigido la revista hasta entonces. Puedo decir que cuando comencé a dirigir la revista y durante años siempre recibía felicitaciones del director anterior y de otros que habían estado colaborando o estaban relacionados con la revista (y de otros también). Por supuesto que alguna diferencia debe haber habido, pero no era fundamental o insalvable. Y por supuesto, los tiempos iban cambiando, así que las temáticas cambiaban, por lo menos en parte.

En la reunión que se hizo a fines de 1993, el dr. Radovan Latković, quien ya había completado 9 años de dirección de la revista, dijo que él ofrecía dirigir un año más la revista, con la idea de ver si se acercaban algunas personas más jovenes para conducir y colaborar con la revista en el futuro.

Por otra parte, durante el año 1994, con la dra. Iva Vidić y la lic. Carmen Vrljičak – Verlichak, con la colaboración de Mira Dugački (mi madre) y Jozo Vuković, establecimos el Centro Informativo Croata en la Republica Argentina, como una rama o sucursal local del CIC (HIC – Hrvatski Informativni Centar) basado en Zagreb, y fundado y dirigido por Ante Beljo.

En el marco de CIC-RA editamos durante 1994 un boletín quincenal. Durante ese año traduje bastante material, del que buena parte se publicó en nuestro boletín, y otra parte se la dí al dr. Radovan Latković para publicar en Studia Croatica. De esa forma el director de la revista recibió mi colaboracion y pudo ver lo que yo hacía, y podía hacer. También me sirvió a mí para probarme a mí mismo. Así, a fines de 1994 me ofrecieron hacerme cargo de la dirección de la revista, cosa que acepté.

Primero le dije al director anterior que yo aceptaba la dirección, pero que prefería que él siguiese siendo algo así como director honorario mientras que yo sería director ejecutivo. El me respondió que no, que yo podía perfectamente ser el director y que yo lo llamara si necesitaba algo. Lo que yo pensaba que podría necesitar es contacto con algunas personas del exterior que yo no conocía. Los colaboradores de la revista me ayudaron en ese sentido, tanto el director anterior como el dr. Milan Blazeković, el dr. Božidar Latković y el señor Ljeposlav Perinić.

Luego hablé con mi madre, Mira Dugački, y ella se ofreció para ser Secretaria de Redacción, y ayudarme en lo que yo o la revista necesitara. De hecho trabajó mucho para la revista, hasta los últimos días de su vida. Falleció en junio de 2004.

Como decía, Ljeposlav Perinić me ayudó también, en particular contactándome en Zagreb con algunas personas buscando apoyo para la revista.
Una cuestión que quiero comentar tiene que ver con la originalidad o no del material. En el mundo no existe mucha gente que escriba en castellano sobre temas croatas. Así que nos inclinamos más a publicar traducciones, aunque no faltaron ni faltan aportes originales escritos en castellano. Diversas personas han realizado traducciones que aparecieron –y aparecen– en nuestra revista. Hemos traducido fundamentalmente del idioma croata, del inglés y del francés.

Qué revistas había en el mundo con esas características?

Había tres revistas con características similares, y son Hrvatska Revija-La Revista Croata, Journal of Croatian Studies y Studia Croatica. En realidad hubo numerosas revistas, muchas de las cuales se editaron en la Argentina, pero brevitatis causae diré algo sobre las dos primeras. La Revista Croata comenzó a editarse en marzo de 1951 en Buenos Aires. Sus fundadores y directores fueron el profesor Vinko Nikolić y el dr. Antun Bonifačić. Desde 1955 quedó como único director Vinko Nikolić, quien junto con su esposa Stefica realizaron una obra realmente monumental. La revista se publicó siempre en idioma croata (salvo artículos muy aislados), y en el año 1966 se mudó a Europa. Primero intentaron editarla desde Paris, luego desde Munich-Barcelona, y en 1991 se trasladaron a Croacia, continuándose la edición bajo la Matica Hrvatska, que es la institucion cultural más grande entre los croatas. La Revista Croata sigue apareciendo, pero su formato y otras características cambiaron.

La otra revista es el Journal of Croatian Studies, que se edita desde 1960 en los Estados Unidos, por la Croatian Academy of America. Esta revista edita un número anual y sigue apareciendo. Studia Croatica tiene establecido un acuerdo de cooperación con la CAA respecto de poner el Journal en Internet.

La tercera es Studia Croatica que se editó siempre en castellano. La revista editó en papel unas 10000 páginas


A partir de ahí la revista es político-partidaria o un medio para la difusión de lo croata o abiertas sus páginas?

La revista siempre fue y sigue siendo un medio para la difusión de lo croata. Constantemente publica artículos y noticias de las numerosas instituciones y agrupaciones croatas de la Argentina y el mundo. Creo que somos bastante abiertos a diversas personas, instituciones e ideas. Pero claro, ésta es nuestra opinión, de la que se puede discrepar. El actual director, lo mismo que el anterior, pertenece a un partido político, pero la revista no era ni es un órgano político partidario.


Cuando terminó su era de papel y la otra como página web y porqué lo decidiste así?

La era papel en realidad no terminó. En este momento estamos trabajando en dos libros que aparecerán en formato papel. Es cierto, la revista en su formato papel no se edita más. El último número impreso apareció en 2004. La razón fundamental de no editar en papel es económica. Porque se trata no sólo de imprimir (lo que cuesta bastante) sino de enviar (lo que cuesta mucho más, especialmente enviar al exterior). Además, mediante Internet se logra una difusión mucho mayor, la posibilidad de fomatos multimedia, y tiempos de producción y distribución sensiblemente menores.

Digamos también que hemos editado material en formato CD-ROM, además de papel e Internet.

Sobre Studia en la web. El site de Studia Croatica en la web comenzó en noviembre de 1996. Decir todo lo que hay en ese site tomaría bastante espacio de esta entrevista, pero digamos, en pocas palabras, que tenemos aproximadamente el 65% de la colección en papel de la revista, además de mucho otro material, totalizando el equivalente a unas 20000 páginas de la revista.

Además de www.studiacroatica.org, tenemos actualmente www.studiacroatica.blogspot.com , www.croatasar.blogspot.com y los video clips, que se encuentran en www.youtube.com/studiacroatica . Adicionalmente cooperamos con www.croacia.com.ar y tenemos una estrecha relación de trabajo con www.croatia.org y www.croatianhistory.net

También, desde 2002 editamos un boletín que se emite via mail a unas 4000 direcciones electrónicas en todo el mundo, principalmente de Latinoamérica.

Studia Croatica y sus web sites asociados constituyen el grupo editorial de mayor difusión en castellano de toda la diáspora croata.

El material que publicamos y está disponible en la web sirve de fuente de información para varios programas de radio y otras formas de difusión. Además, de tanto en tanto participamos en diversos programas de radio y damos charlas, conferencias y entrevistas tanto en esta parte del mundo como en Croacia y Bosnia y Hercegovina.


¿Dónde naciste Joza?

Nací en José Ingenieros, provincia de Buenos Aires, a una cuadra de la Capital Federal, el 30 de julio de 1947.


¿En ese lugar había alguna colonia croata?

En José Ingenieros, donde hay un convento de los padres franciscanos croatas, se asentaron muchos croatas que llegaron después de la Segunda Guerra Mundial. Estos se fueron mudando con el tiempo a otros barrios y localidades, tales como Florida, Villa Martelli, Olivos. Mi familia vivió 18 años en Villa Sarmiento (entre Ramos Mejía y Haedo). Luego se mudó a Florida y luego a la ciudad de Buenos Aires.


Cómo se interpretó la primavera croata del año 71 y… desde el exilio, ya que de algún modo (creo) fue un reflejo de la Praga del 68

La emigración croata en la Argentina y en el mundo vivió con gran expectativa y alborozo los intentos de salir de una u otra forma de la prisión en que la nación croata se encontraba en Yugoslavia. Así como fue aplastada la primavera de Praga (por los soviéticos) también fue aplastada la primavera croata, fundamentalmente por Tito y los comunistas pertenecientes a algún país vecino.


Cuando estuve en Croacia en 1984 visité el Pen croata y una de las primeras cosas que aprendí era el descontento de la intelectualidad respecto de las obras que pasaban al serbo- croata perdiendo buena parte de la riqueza o el estilo de nuestros escritores, cuando lo importante en muchos casos -incluso Miroslav Krleza escribía en dialecto KAJ- era una especie de rebelión que pasaba bajo al superficie de los acontecimentos y luego KAJ por ejemplo fue una revista que apareció después con la independencia.

La imposición de la lengua artificial “serbo croata” en muchos ámbitos de la vida croata ciertamente fue negativa para nuestra cultura. La lucha por la afirmación de nuestro idioma, de nuestra identidad cultural y nacional es una constante de nuestra historia durante por lo menos los últimos 100 años. Nuestra revista, Studia Croatica, siempre ha defendido la posición de que esos dos idiomas son parecidos pero no son lo mismo, y ni qué hablar de la cultura, donde las diferencias son enormes.


De qué modo reaccionó la colectividad durante la guerra de independencia, en relación a los hogares yugoslavos que aglutinaban además a croatas, serbios y eslovenos y si se dio algún tipo de acercamiento institucional o de personas adhiriendo al acontecimiento

La colectividad croata en la Argentina recibió y recibe con alegría a todas las personas, grupos e instituciones que han abandonado la idea de Yugoslavia y su nombre. Todavía quedan algunos grupos muy pequeños que siguen sosteniendo que Yugoslavia fue una buena idea y que se lamentan de su desaparición, no aceptando el hecho de que los diversos fracasos que tuvieron las diversas Yugoslavias son prueba más que suficiente de que Yugoslavia no fue un buen camino, y que no vale la pena intentarlo nuevamente.


¿Cuál fue el grado de contacto con la comunidad argentina para la comprensión de la situación política en Croacia en la Yugoslavia comunista?

Es difícil medir esos contactos. Lo que sí sabemos es que la colectividad croata predicó su verdad por décadas y que muchos argentinos apoyaron de diversas formas la causa de una Croacia independiente. El rol de Studia Croatica ha sido grande, pero no fue el único factor. Lo que sí, es que proveyó y continúa proveyendo generosa cantidad de informacion sobre los croatas, Croacia y su derecho a la independencia y afirmación nacional.


Tudjman fue un general de Tito; acaso la frase de Ortega y Gasset se le aplique perfectamente: “la mejor razón para no ser algo es haberlo sido”. Le pagó con la cárcel por su disidencia. ¿Impactó su visita a la Argentina?

Esa afirmación parece muy acertada. Digamos que Studia Croatica ha publicado desde los tiempos de la Primavera Croata (1971) material, noticias y trabajos del dr. Tudjman. El dr. Tudjman estuvo en Argentina una sola vez, y fue en diciembre de 1994. Pero claro, el conocimiento de él, de sus ideas y actuar viene de bastante antes, justamente desde la Primavera Croata.


¿Qué sentiste la primera vez que viajaste a Croacia?

Viajé a Croacia por primera vez en 1974. Sentí una gran emoción, y al mismo tiempo la sensación de estar en casa, de volver a casa, donde nunca había estado antes físicamente, pero sí espiritualmente, por supuesto. Y también diríamos la extraña sensación de oir que todo el mundo habla croata, en las calles, en todos lados. Antes el idioma croata era una cuestión de escucharlo en familia, con amigos, en la iglesia y en los clubes. Esta sensación y observación parece una tontería, pero no lo es.


En tu familia cómo sienten lo croata, dado que las generaciones pasan y, bueno, algo se diluye. Y cómo ves este aspecto en la vida de la colectividad.

Algo se diluye, pero también se retoma, se reencuentran las raíces. Lo que pasa en mi familia es lo que pasa en toda la diáspora. Algunos tenemos más contacto, otros menos, pero todos somos concientes de ser croatas y sabemos muy bien donde están nuestras raíces.


¿Cuáles fueron los estadistas o los que más te impactaron en la vida croata?

Te doy dos nombres: El Cardenal Alojzije Stepinac (con quien nuestra familia tuvo lazos cercanos), y el dr. Franjo Tudjman.


¿Cuáles fueron tus conductas políticas a la luz de los acontecimientos que se fueron dando desde la era Pavelić, que si bien no lo viviste nos marcó a todos, desde el contexto social y familiar?

Nací en 1947, o sea dos años después de la caída del Estado Independiente de Croacia. Para mí y mi familia y puedo decir para la revista Studia Croatica, el rol de Pavelić terminó en mayo de 1945. Mi primera conducta o acto político fue el hacerme miembro del Consejo Nacional Croata. Fue en 1977, en Montreal. Hace 10 años me hice miembro del partido HDZ-Unión Democrática Croata. Hoy soy el presidente de HDZ en la Argentina.


Hubo líderes o personas significativas que jugaron un rol importante en la diáspora en la Argentina…

Numerosos fueron los líderes de la diáspora croata que actuaron en Argentina. Te digo un nombre: Fra Lino Pedišić, director espiritual por años de nuestra colectividad. Muchos de los nombres, especialmente en su aporte cultural se pueden ver en el Lexicón de los Croatas de la Argentina, en www.croatasar.blogspot.com (obra en desarrollo, que ya tiene más de 100 nombres).


Vos y yo provenimos de inmigraciones diferentes. En la del treinta, la de mi padre, el referente mayoritario era Esteban Radic. ¿Cómo era la relación, considerando los orígenes sociales y políticos?

Cuando yo era chico y más joven, en realidad teníamos muy poco o ningún contacto con los croatas de la inmigración anterior, la conocida como inmigracion económica. Después, con los sucesos que llevaron a la independencia de Croacia, se dieron los acercamientos que conocemos. Stjepan Radić fue y es un referente importante para todos los croatas.


¿Hubo conflictos internos? ¿Y cómo vivió la generación del 45 en su relación a las anteriores?

Decía que no tengo experiencia personal de conflictos, y eso es fundamentalmente porque no teníamos contactos. Diferente fue quizá el tema en el barrio de La Boca o en Dock Sud, pero eso no forma parte de mi experiencia personal. O sea, no conocíamos a nadie que viviera en esos barrios.

Respecto de los años 90, creo que no hubo mayores conflictos entre la generación que vino después de la guerra (emigración política) y los croatas de la emigración anterior (emigración económica). Los mayores conflictos se dieron dentro de los integrantes de la emigración económica, los que integraban los clubes u hogares “yugoslavos”. El conflicto era entre los que adherieron primero a la posición de abandonar el nombre y las ideas de Yugoslavia y apoyar a la independencia de Croacia por una parte, y quienes todavía se aferraban a la opción yugoslava, muchas veces sin conocer bien la historia y después de décadas de propaganda pro-yugoslava.

Habitualmente, en los países donde la inmigración es significativa, se preserva el patrimonio bibliográfico y documental en el lugar y esto es correcto. Ahora bien, en nuestro caso, no bien terminada la guerra mucha documentación fue para allí, por muchas razones, incluso afectivas. Pero de este modo se hace difícil un buen relevamiento de la inmigración, si no se cuenta con ellos, o no son estudiados de la manera adecuada, ya que los documentos en buena parte tienen que ver con el contexto político de la Argentina, según los diferentes momentos en que fueron llegando los inmigrantes croatas.

Estoy de acuerdo contigo respecto de la necesitad de conservar y estudiar la documentación sobre nuestra diáspora. También es cierto que mucho se llevó a Croacia, fundamentalmente el archivo que recopiló el dr. Milan Blažeković. Pienso que más que intentar traer de vuelta esa documentación, habría que concentrarse en preservar, estudiar y difundir el material que aún está en la Argentina.

¿Cómo ves un posible relevamiento, sobre todo en el acervo bibliográfico y documental que nos queda?

Lo veo como posible y necesario. Studia Croatica está trabajando en la recopilación del acervo documental de los croatas de Argentina. Estamos dispuestos y deseosos de ampliar esta actividad, antes de que sea tarde.


Croacia en Europa, de qué modo se da su integración y en relación a la situación en Europa altamente conflictiva por los refugiados. ¿En Croacia hay una posición?

Croacia se encuentra en Europa desde siempre (es una verdad de Perogrullo, pero parece conveniente recordarlo), y tiene numerosas relaciones de todo tipo con sus vecinos del resto de Europa. Croacia está en negociaciones para ingresar en la Unión Europea. Sobre cuándo va a ocurrir, pues no se sabe. Sobre la conveniencia o necesidad de integrar la Unión Europea, no todos piensan lo mismo. De todos modos la posición y política del gobierno es de que el camino es el de la integración a la Unión Europea.


Cómo ven los gobiernos croatas la relación político-cultural con la inmigración. Y cómo ésta debe posicionarse. Los congresos croatas jugaron un rol importante de aglutinamiento antes la guerra.

La sensación en la diáspora croata es que el gobierno croata está encandilado por la integración a la Unión Europea y tiende a olvidar y/o menospreciar a la diáspora croata. Por supuesto que creemos que es una actitud errónea y trabajamos para que esa actitud cambie.


Vamos a algo que debe haberte dado una tremenda satisfacción: obtuviste una condecoración.

En 1997 recibí la condecoración croata “Hrvatski Pleter”, junto a otras 10 o 12 personas. Las condecoraciones fueron otorgadas por el presidente dr. Franjo Tudjman. Fue un reconocimiento a personas que han trabajado por la causa croata de diversas formas. En mi caso fue por el trabajo en el Centro Informativo Croata y en Studia Croatica. Por supuesto que estoy contento y orgulloso. Con todo, pienso que hubo y hay otras personas merecedoras de condecoraciones. Podría mencionar a varios de ellos. Específicamente pienso en la gente que fundó, editó y colaboró con nuestra revista. Pienso especialmente en quienes ya no están, y que –repito– son merecedores, póstumamente, de un reconocimiento. También entiendo que en los últimos 10 años no se han otorgado condecoraciones a croatas de la diáspora, vivos o fallecidos, por lo menos de la Argentina.


Voy a contarte una anécdota que tiene que ver con la última pregunta. En ocasión de reportear a los integrantes de la Comedia de Dubrovnik, les pregunté: en caso de un caos total, un verdadero desastre, qué libro salvarían. Tomé la idea de un diario argentino que terminaba así los reportajes y la hice muchas veces. Hubo quienes eligieron el Quijote, otros la Biblia, etc.

Pero mi pregunta a los actores de Dubrovnik causó tal revuelo que la tacharon de estúpida: consideraron que no se podía salvar un libro, si éste de algún modo estaba también comprometido entre las causas del desastre y nadie quería en el fondo llevarse nada que le hiciera recordar el pasado. Creo que adoptaron una posición demasiado pesimista y aunque me hubiese gustado saber el grado de responsabilidad que cupo al Quijote y sobre todo al pobre Sancho en el desastre atómico, en cierto modo desde un enfoque filosófico de las causas, lo que decían era correcto. ¿Te animás a responderme, sin riesgo de que este reportaje no se publique?

¿En caso de un desastre total, qué único libro salvarías como memoria de la humanidad?

Mi respuesta es que no pienso que la pregunta sea estúpida, es sencillamente un truco para que el entrevistado diga algo sobre lo que piensa que es importante y sería importante preservar. Mi respuesta es que considerando que en el espacio que ocupa un libro es posible guardar muchísima información usando tecnologías modernas, me escapo de mencionar un único libro. Las bases de datos son la respuesta. Internet es el camino.

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