Examen y advertencia
Todos
cambiamos y no hay duda que Croacia después de corona va a ser totalmente
distinta. Sinceramente tengo la esperanza de que será mejor y más organizada y
que en ella se valorarán más las cualidades humanas, la unidad, los frutos de
la propia tierra, la innovación y la funcionalidad..., dijo a Vladimir P. Goss
el destacado comunicólogo croata dr. Božo
Skoko.
Božo Skoko es profesor en la Facultad de Ciencia Política
de la Universidad de Zagreb y Director de la Carrera de postgrado en Relaciones
Públicas. Sus intereses científicos incluyen las relaciones y la comunicación
con el público, las relaciones internacionales, la imagen nacional, la
identidad y la relación con los medios. Es co-fundador de la empresa Millenium promocija, agencia croata
lider en las relaciones públicas y consultor de muchos años en comunicación
estratégica. Actuó también como periodista y editor para la Televisión Croata. Es
autor de siete libros y de unos 70 trabajos científicos sobre las relaciones
públicas y con los medios, así como también sobre la formación de la imagen de
Croacia y la identidad croata. Es columnista del diario Večernji list. Esta conversación tuvo lugar el Domingo de Ramos de 2020.
VG: En sus declaraciones recientes varias veces usted utilizó las palabras „examen“
y „advertencia“...
BS: En verdad vivimos,
para decirlo suavemente, en tiempos raros. Somos conscientes de que el mundo cambia
radicalmente y que después de esta crisis muchas cosas no serán igual. Alguno
dirá que la naturaleza –la que durante décadas imprudentemente hemos estado destruyendo–
nos está mandando un mensaje. Otro dirá que esto es una advertencia de Dios.
Sea como sea, esta es una advertencia, sin importar de quién venga.
Por eso tengo
la esperanza de que finalmente comprenderemos cuánto somos frágiles y
vulnerables; cómo el hombre no puede ser dueño de su propia vida ni la de otros
(por más confianza otros tengan en nosotros o cuanta autoridad tengamos sobre
ellos), y que no puede ser dueño de la Tierra, por más títulos que se ostente y
por más poder político o económico que se tenga. Siempre que el hombre de forma
tan arrogante se levantó sobre los otros, sobre la naturaleza y sobre Dios, como
un bumerang le llega el mensaje sobre su
fragilidad y vulnerabilidad...
VG: Significa esto que el hombre comenzó a tomar el lugar de la fuerza suprema,
actuando como un ser que no puede equivocarse...
BS: Si observamos a
nuestro alrededor veremos cuántas guerras están teniendo lugar y cuánta
desgracia humana ocurre por la codicia de algunos. Individuos, grupos y hasta
algunos Estados se ponen arriba de los otros. Quieren ser los dueños del mundo.
Desean vivir a costa de los recursos ajenos, trabajo o vida... Pero esta crisis
nos recuerda que somos solos hombres, que somos muy vulnerables y que no somos
capaces de manejar nuestro propio destino. Por eso es tiempo de que
comprendamos que existe un fin superior que aquel por el que perdemos el tiempo
y por el cual luchamos. Es tiempo que comprendamos que hay una fuerza superior
y que en realidad no decidimos nada, y ciertamente no decidimos sobre nuestras
propias vidas. Los acontecimientos alrededor nuestro nos pueden ayudar a
diferenciar lo esencial de lo superfluo y comprender qué es lo valedero e imperecedero.
VG: Si yo lo entiendo
bien, eso debe cambiar...
BS: Creo que ya,
viviendo aislado en nuestros países, ciudades y casas, ya hemos comenzado a
cambiar, por la fuerza de las circunstancias. Pero si realmente deseamos
cambiar nuestra sociedad, entonces necesitamos más humildad y arrepentimiento, apertura,
bondad hacia los otros y fe verdadera.
VG: Parece que en
estos tiempos de crisis las personas se hacen más espirituales…
BS: Eso es seguro. Eso
lo vemos todos los días también en Croacia. La gente en la desgracia entiende
que solamente una fuerza mayor nos puede ayudar, porque el poder humano es
limitado. Por eso necesitamos mayor confianza en Dios, sin importar que en los
tiempos que vivimos esa sea una palabra impopular. Pero aun cuando lo neguemos
o lo empujemos a un costado, Él nos recuerda frecuentemente que está vivo y está
siempre presente de modo que en todo tiempo podemos confiar en su protección,
si lo deseamos.
VG: Eso supone la
posibilidad de una eleccion consciente...
BS: Así es. En nosotros
está la elección: confiar en nuestra propia fuerza, en ídolos varios, en los gobernantes
y líderes y gurúes pasajeros o bien entregarnos a Aquel que gobierna a través
de los siglos.
VG: La crisis es una prueba
dura, pero, si entendí bien su pensamiento, también es una oportunidad.
BS: Toda crisis es al
mismo tiempo una oportunidad si la reconocemos y la aprovechamos. Así también este
tiempo de crisis, causado por el virus, nos empujó a muchos cambios y
adaptaciones. Además de que nos miramos a nosotros mismos y comenzamos a
examinar nuestra vida y los valores con los que nos hemos conducido, nos
dedicamos a la familia, descubrimos el valor de las relaciones de buena
vecindad y la belleza de la naturaleza (aunque sea en un balcón pequeño); comprenderemos
cuan grande es el poder de la producción domestica y de la agricultura en
general; nos estamos dendo cuenta de la fragilidad del emprendimiento sin la
protección de un estado fuerte, comenzamos
a digitalizar más rápido de lo que cualquiera podría esperar.
VG: La digitalización
no es necesariamente un mal...
BS: Por la fuerza de las circunstancias descubrimos las
posibilidades del mundo virtual. Las instituciones no tienen opción sino la de
adaptar también esos servicios que eran impensados sin colas y sellos. Hace poco
tuve el honor de participar en la primera defensa online de una tesis doctoral
en Croacia, lo que hace dos meses era imposible de imaginar. Todos cambiamos y
no hay dudas que Croacia después de corona tendrá un aspecto muy distinto. Sinceramente
espero que sea mejor y más organizada y que en ella se valore más la humanidad,
la unidad, los frutos del propio país, la innovación y la funcionalidad...
VG: Además del corona
nos golpeó también el terremoto
BS: Aunque todavía nos
estamos recuperando del terremoto devastador en Zagreb, también ese hecho deplorable
podemos vivirlo como una oportunidad. Por más que parezca absurdo, si no hubiera
ocurrido el terrible terremoto de 1880, Zagreb no hubiera recibido los
suntuosos palacios de la ciudad baja, la herradura verde de Lenuci, la catedral
restaurada con sus altas torres elegantes neogóticas de Hermann Bollé...
VG: ... la que el gran conocedor de la historia del arte, Xavier Barral i
Altet declaró „el mejor 'ottocento' del mundo“...
BS: ¡Justamente eso! Por
eso esta es la oportunidad de aumentar la conciencia de los valores de nuestra
ciudad y protegerlos de modo correcto, y de que todas aquellas grietas del
casco antiguo imposible de reparar, le demos aires de arquitectura contemporánea
y dejemos el sello de nuestra generación en el desarrollo de la ciudad,
transformándola en una verdadera metrópolis europea.
Las iglesias de Zagreb y su
catedral, no son solamente lugares de oración para los fieles, sino que son
también parte de la identidad de nuestra ciudad, son sus símbolos y riqueza
cultural, son la herencia nacional y zagrebiense de la que estamos orgullosos y
que con gusto mostramos a los turistas... Por eso nos duele como creyentes, y
también como ciudadanos de Zagreb, cuando vemos esas imágenes de la ciudad
después del sismo.
Escuchamos estos días
comentarios de algunos intelectuales de izquierda de que no habría que apurarse
con la renovación de las iglesias de Zagreb. Claramente se saben las
prioridades – permitir el normal funcionamiento de los hospitales y devolver
techos seguros sobre la gente cuyos hogares fueron dañados, pero decir que no
debíamos preocuparnos de renovar históricas iglesias zagrebienses, muestra una actitud
inquietante y mezquina y un desconocimiento del alma
zagrebiense real (ignorando todo lo demás, incluyendo la malicia) – en relación
con la cultura y patrimonio.
VG: En
esta difícil situación es natural que se hable de prioridades. Pero, ¿no
tenemos en realidad solo una, y es una nueva Croacia, renovada y confiada?
BS: Es justamente así. Estoy convencido de saldremos de esta
crisis más confiados en nosotros mismos y más responsables. El precio de esta
lección será muy grande, porque gran
parte de la economía sufrirá. La temporada turística está en duda. Las
fronteras seguramente estarán cerradas por lo menos hasta el verano. Por eso
debemos utilizar más nuestros propias fuerzas y posibilidades. Podemos ver cómo
se está haciendo más funcional la economía local y la producción agropecuaria…
El gobierno
mostró responsabilidad y capacidad respecto al cuidado de la salud porque
Croacia se encuentra entre los cinco países líderes del mundo en la lucha contra
el virus. Por lo demás el croata Andrija Štampar es tiene el mérito de la
expansión mundial de la salud pública y de la educación sobre la salud. También
fue fundador de la Organización Mundial de la Salud.
Somos
herederos de esa rica tradición. Eso es también una gran responsabilidad: dar nuestro
propio ejemplo. El gobierno actuó decididamente también en ayudar a la economía
croata y sus medidas están entre las más fuertes dentro de la Unión Europea. Esta
es una excelente oportunidad para realizar serias reformas económicas e
impositivas. Por tanto, no todo es tan negro. Superaremos todo esto. Muchos de
nosotros todavía nos acordamos de la Guerra Patria, los enormes sacrificios y
la escasez que entonces sufrimos. Comparado con aquello, esta crisis la
superaremos con facilidad. Necesitamos unidad y responsabilidad.
Entrevista conducida y editada
por Vladimir P. Goss
Zagreb. Domingo
de Ramos, 2020
Traducción al
castellano: Studia Croatica
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