Croacia,
la Primera Guerra Mundial y el implacable terror en pos de la Gran Serbia
por Ina
Vukic
Hace cien años, un evento
catastrófico ocurrió que llevaría a Croacia a décadas de existencia oscura bajo
una dictadura opresiva bajo los serbios y luego la persecución comunista
encabezada por los serbios y la negación del orgullo nacional de Croacia bajo
la Yugoslavia comunista.
El 28 de junio 1914, un
nacionalista serbio, Gavrilo Princip, que era un operativo de la organización
terrorista "Mano Negra" que propugnaba la Gran Serbia, asesinó al
heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro Archiduque Francisco Ferdinando y a
su esposa Sofía, mientras estaban visitando la ciudad de Sarajevo, Bosnia y
Herzegovina.
Este asesinato fue el punto
de la historia que llevó a la realidad la Primera Guerra mundial, que se cobró
la vida de más de 10 millones de soldados y 7 millones de civiles en todo el
mundo.
Así que, con las dos balas a
corta distancia de la pistola de Princip se desató un conflicto desastroso y
mortal que, más que cualquier otra serie de eventos, ha dado forma al mundo ya
que cayeron imperios, convenció a los EE.UU. de abandonar su aislamiento y
sembró las semillas de la próxima guerra que sería aún más sangrienta, el
genocidio y la partición de Europa en la Guerra Fría y, en lo que se refiere a
Croacia y Bosnia y Herzegovina - construyó los cimientos de de la brutal guerra
de agresión de los serbios del ejército yugoslavo dirigido por los serbios y el
genocidio de los años 1990.
Si no hubiera sido por la
Primera Guerra Mundial el comunismo probablemente no hubiera echado raíces en
Rusia y luego a través del este y el sudeste de Europa, donde se encuentra Croacia.
Primera Guerra Mundial
destruyó cuatro imperios — el Austro-húngaro (a la que pertenecía Croacia), el otomano,
el ruso y el alemán— y se dibujó el nuevo mapa del mundo.
Llevó a la promesa nazi de restaurar
la grandeza de Alemania, plantando las semillas de la Segunda Guerra Mundial.
Condujo a la Revolución Rusa
y también a la creación del opresivo Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos
apoyado por las fuerzas aliadas, a pesar del hecho de que el Parlamento croata
nunca ratificó tal unión. Dejó la plataforma para un ataque más tarde por la
Yugoslavia comunista, la que sería aplastada poco más de cuarenta años después en
la guerra brutal de agresión serbia contra Croacia y Bosnia y Herzegovina de
los años 1990.
En el período inmediatamente
posterior a la Primera Guerra Mundial las fuerzas aliadas se apresuraron a
declarar que Alemania, y especialmente sus líderes, habían sido responsables de
la guerra; los austríacos también, como cómplices, en menor grado.
El Tratado de Versalles oficializó
esto, ya que las potencias vencedoras allí hablaban de una "guerra
impuesta sobre ellos por la agresión de Alemania y sus aliados". Esta fue
la tristemente célebre cláusula de culpabilidad para justificar los severos pagos
de "reparación" que se extendían lejos en el futuro .
Mientras fue declarado el
Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos en Serbia, Belgrado, el 1 de diciembre de
1918, el Tratado de Versalles de 1919, legitimó la apropiación de tierras de croatas
y eslovenos por parte de Serbia.
En 1914, el gobierno serbio declaró que, "la lucha
por la liberación y la unificación de todos nuestros hermanos en cautiverio los
Serbios, Croatas y Eslovenos" (Declaración de Niš del 7 de diciembre de
1914) sería uno de sus principales objetivos de la guerra.
Esto marcó un importante
primer paso en el camino de la Gran Serbia hacia la creación de una Yugoslavia
en la que los serbios conducirían y reinarían como superiores.
La Declaración de Corfú del 20
de julio de 1917 esbozó la estructura básica del futuro reino/estado de
Yugoslavia. Tanto el gobierno serbio, bajo la presidencia de Nikola Pasic, y el
llamado Comité Yugoslavo - que operaba desde Londres y fue fundado en Londres -
bajo su presidente, Ante Trumbic, un nacionalista yugoslavo origen croata en exilio
autoimpuesto, acordó la creación de la
monarquía parlamentaria bajo la dinastía serbia Karadjordjevic.
Hubo un problema importante
con la Declaración de Corfú - se basa en la mentira de que los serbios, croatas
y eslovenos eran un solo pueblo con un objetivo común. Lo que ciertamente no
era cierto!
Para apoyar a esta
Declaración vino el presidente Woodrow Wilson con su discurso de Catorce Puntos
del 8 de enero de 1918.
El discurso del presidente
Wilson, los puntos diez y once en particular, hablan del alto prestigio
internacional de Serbia y su buena reputación entre los Aliados.
El serbio Gavrilo Princip
disparó ese tiro fatal el 28 de junio de 1914, dando a los aliados una excusa
fácil para entrar en la guerra y volver a dibujar el mapa de Europa y
recompensar a Karadjordjević de Serbia con la tierra que el rey Alejandro
(casada con el primo del rey Jorge VI) había estado pidiendo con el pretexto de
"la unificación y lucha contra la opresión del Imperio
Austro-húngaro"!
Croacia y Eslovenia por lo
tanto se encontraban en una situación en la que otros - los aliados - en gran
medida dictaron lo que iba a ser de ellos!
Grandes cantidades de
tierras croatas y eslovenas también se les prometió a Italia; aumentó la presión
para unirse al Reino liderado por los serbios; sin pasar por el Parlamento de
Croacia, se formó el Consejo Nacional Croata y ese fue que el cuerpo que aceptó
sumarse a la unión con los serbios y no el Parlamento o el pueblo!
El 1 de diciembre de 1918, se
formó el Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos, y el Príncipe Regente
Aleksandar Karadjordjevic fue nombrado soberano.
Muchos líderes
internacionales condenaron a los serbios durante las guerras de los Balcanes de
la década de 1990.
Algunos funcionarios serbios
dijeron que no pueden tomar parte en las conmemoraciones de este año de la
Primera Guerra Mundial en el ayuntamiento de Sarajevo, por ejemplo, porque
lleva una placa culpando a los "criminales serbios" para su incendio
en 1992.
El presidente de Serbia,
Tomislav Nikolic, dijo recientemente que no asistiría a la conmemoración de la
Primera Guerra Mundial en Sarajevo porque no puede ir a donde su pueblo está
siendo acusado.
En cambio, los serbios erigen
monumentos a Gavrilo Princip en el enclave serbio en el este de Sarajevo, y en
su ciudad natal de Obljaj, donde se está renovando su lugar de nacimiento.
La Iglesia Ortodoxa Serbia
mientras tanto ha proclamado al asesino Princip héroe nacional. "Gavrilo
Princip estaba defendiendo su libertad y su pueblo", dijo recientemente un
importante clérigo, el metropolita Amfilohije. "En Serbia, todavía existe
la antigua narrativa de la ex Yugoslavia, que dice que la Primera Guerra Mundial
ocurrió porque había un gran héroe llamado Gavrilo Princip," ...
La hipocresía de esto nunca deja de sorprender: los serbios
lucharon brutalmente en los años 1990 contra el anhelo del pueblo croata por la
libertad de Yugoslavia que estaba liderada por los serbios!
Más allá de lo que la
Iglesia Ortodoxa Serbia o los dirigentes políticos de Serbia de hoy pueden
querer decir al mundo con respecto a la Primera Guerra Mundial una verdad
indiscutible sigue siendo:
Gavrilo Princip y sus
asociados fueron alentados y capacitados en el ambiente ultra-nacionalista de
Belgrado (Serbia) en medio del expansionismo embriagador de un programa serbio
que tuvo como objetivo al Archiduque Francisco Ferdinando, precisamente porque
él tenía planes para llegar a un compromiso en el área de los eslavos del sur.
La política Gran Serbia no quería
saber nada de eso - tenía sus ojos puestos en el acaparamiento de tierras de
otras naciones para sí misma!
Y como Robin Harris, ex
asesor de la Primer Ministro del Reino Unido Margaret Thatcher, escribió en su
reciente artículo "Sarajevo: Donde comenzó el siglo del terror":
"Lo más importante es
que de todo el aparato estatal de Serbia, en el que - entonces y ahora - se
debe incluir a destacados intelectuales y elementos claves en la Iglesia Ortodoxa
Serbia, estaba totalmente detrás de la estrategia más amplia de 'liberar' a los
eslavos del sur para incluirlos dentro de lo que equivalía a una Gran Serbia (bajo
cualquier nombre). En ese sentido, las autoridades austriacas estuvieron justificados
plenamente al culpar a Serbia.
Visto desde el ángulo de
Belgrado - en lugar de puntos de vista más familiares en Londres, París, o
incluso en Berlín - el conflicto que comenzó en 1914 fue una Tercera Guerra de
los Balcanes. En la Primera Guerra de los Balcanes (1912) contra el Imperio
Otomano, Serbia obtuvo el control de Kosovo, mientras que en la Segunda (1913)
ante Bulgaria ganó gran parte de Macedonia.
Estas dos guerras dejaron a
los serbios como el más poderoso país balcánico. También alimentaron los
aspectos violentos y agresivos de una arraigada, profunda y duradera ideología:
la Gran Serbia.
Belgrado comenzó a sentirse
lo suficientemente fuerte, con el apoyo de Rusia, para enfrentar a su vecino más
grande, Austria. Y, sobre todo desde la anexión austriaca de Bosnia y
Herzegovina en 1908, la política de Estado serbio consideraba a Viena como el
principal obstáculo para sus ambiciones... "
Avance esta
"cinta" de la Gran Serbia, sus tendencias, objetivos y corrientes
subterráneas que están diseñados para bastardear la conmemoración oficial de
Sarajevo de los 100 años desde el asesinato del archiduque Francisco Ferdinando,
en cuya ceremonia la renombrada Orquesta Filarmónica de Viena marcará el estado
de ánimo de la conmemoración.
Los serbios de Bosnia están
boicoteando la ceremonia central del centenario y han organizado su propia
ceremonia, que compite con la conmemoración central, en el que erigieron un
monumento a Gavrilo Princip como héroe!
El mensaje que veo en esto
es que los serbios no tienen y nunca van a querer vivir en unidad y en igualdad
con los croatas y los bosnios - ellos simplemente continúan con su agenda: la
Gran Serbia, en la negación ciega y brutal de los crímenes perpetrados para
lograrla.
Fue así durante la Primera
Guerra Mundial y desde entonces - el "sueño", que dicen que Gavrilo
Princip tenía por la libertad, mientras que apretaba el gatillo que mató al
archiduque Francisco Ferdinando hace cien años, no era más que una estratagema
bien organizada que no dejó nada a la suerte - porque había varios ciudadanos
serbios armados con armas y bombas a lo largo de la ruta que Ferdinando estaba
tomando en Sarajevo en ese fatídico día - para crear una nueva oportunidad para
la expansión de la Gran Serbia.
A la luz del derramamiento
de sangre que ocurrió en los años 1990 a través de Croacia y de Bosnia y
Herzegovina, el derramamiento de sangre que los causantes serbios culpan a
todos los demás menos a sí mismos, el monumento bosnio-serbio de hoy en
Sarajevo a Gavrilo Princip, es y debe ser prueba suficiente para aquellos que
están dispuestos a estar de acuerdo con los serbios de que Princip era un héroe,
para que reexaminen su conciencia y concluyan:
Serbia pudo haber estado en
el lado de los vencedores de la Primera Guerra Mundial, pero su participación de
ninguna manera fue altruista (como se trata de promover) - todo fue asegurarse
un control serbio de larga duración sobre el territorio que tenían Croacia, Eslovenia,
Macedonia, Bosnia y Herzegovina.
Por lo tanto, tengan cuidado
con la calamitosa alevosía ustedes que escuchan "desprevenidos" y con
indicios de credibilidad a los ecos del sueño de la Gran Serbia desde dentro de
la estatua de Gavrilo Princip en la República Srpska, creada mediante el
genocidio y el terror de los años 1990 con similitud inquietante con el modus
operandi de Gavrilo Princip. Ina
Vukic, Prof. (Zgb); B. A., M.A.Ps. (Syd)
Traducción: Joza Vrljicak