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Boletín de Studia Croatica
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El revolucionario Eugenio Kvaternik
Branko Kadic
Con motivo del centenario de su alzamiento 1871-1971
Studia Croatica, Año XII, Buenos Aires, 1971, N° 40-41
En octubre de 1971 se cumplieron cien años de la fecha memorable y simbólica cuando Eugenio Kvaternik intentó, mediante una acción revolucionaria y armada, conseguir la liberación e independencia de Croacia. Tratándose de una figura histórica interesante de un auténtico revolucionario con ribetes románticos y místicos, es preciso situarlo en el contexto histórico y psicológico para comprender mejor los motivos, las causas y los alcances de su empresa, diríamos quijotesca que, sin embargo, con el correr de los años, iba a convertirse en fuente de inspiración y en un símbolo carismático para las nuevas generaciones croatas, incluso actuales, en su permanente lucha por alcanzar la emancipación nacional, fundada en los principios auténticamente democráticos.
El año europeo de 1848 está signado por convulsiones y revoluciones, motines y sublevaciones, prevaleciendo en unos casos el contenido social, como en la rebelión de París y Viena, en otros las aspiraciones a la vez emancipadoras, y expansionistas como el movimiento de fuerza del líder húngaro Luis Kossuth y, en otros, el deseo de liberación y unificación nacional, tal como sucedió en Polonia, Italia y Croacia.
Croacia desde 1597 integraba el Imperio de los Habsburgo como un reino asociado con atributos soberanos, atributos que nunca perdió del todo. La creación de la monarquía danubiana a principios del siglo XVI era una necesidad histórica para las naciones cristianas centroeuropeas en vista del poderoso avance de los otomanos. Mas, algunos siglos después, desaparecido este peligro y cuando el Imperio turco estaba debatiéndose en retirada, se imponía la profunda reestructura de la monarquía danubiana, que la Casa de Austria y los gobernantes responsables no supieron llevar a cabo, ciegos y sordos frente a los nuevos tiempos y sus exigencias impostergables.
El parlamento de Zagreb decidió unánimemente el 23/10/1847 que el croata fuera el idioma oficial en la administración, escuela y judicatura contra los intentos, ora de magiarización, ora de germanización. Pero como los húngaros insistían en su política, en 1848 estalló la guerra entre Croacia y Hungría. Los húngaros, enemistados con la Corona, combatieron por la separación total de Viena, pero pretendían incorporar las provincias croatas que consideraban como partes anexas de la santa corona de San Esteban, lesionando el mismo principio de soberanía y derechos nacionales que invocaban en su lucha contra los Habsburgos. En cambio, los croatas, igual que los demás eslavos que integraban la monarquía danubiana y constituían la mayoría de la población de esta comunidad plurinacional, exigían su federalización, en la cual cada pueblo gozaría de una amplia autonomía en su territorio.
Aplastada la rebelión de los húngaros, el joven emperador Francisco José implanta el absolutismo tanto en Hungría como en la Croacia que le había salvado el trono. Igual fue el castigo que el premio. Además, impone la germanización, medida que exaspera a los espíritus. La situación cambia cuando Francia y Cerdeña derrotaron al ejército austríaco en Solferino (15/7/1859). Bajo el impacto de la derrota y la despertada conciencia nacional, el absolutismo de Bach cede poco a poco: el idioma croata es reconocido como el idioma oficial en la administración pública, y el emperador se declara dispuesto a convocar a comicios y unificar Dalmacia con Croacia. Poco después el ilustre obispo de Djakovo, José Jorge Strossmayer abogaba en el "Consejo de Estado" de Viena por la igualdad de todos los pueblos que componían la monarquía danubiana, y propuso su reorganización federativa, subrayando la "individualidad histórico-política" de Croacia, su inalienable derecho confirmado en la Dieta de Cetinje (1527) y después en virtud de la "Sanción pragmática", acto con que los croatas reconocieron en 1712 a los descendientes femeninos de la Casa de Austria el derecho al trono de Croacia con la condición de mantener sus antiguos derechos y privilegios de reino independiente.
Ver artículo completo en: http://www.studiacroatica.org/revistas/042/04204.htm
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