Saturday, 31 March 2012

Testimonio de San Isidoro de Sevilla sobre la llegada de los croatas al Mediterráneo

Testimonio de San Isidoro de Sevilla sobre la llegada de los croatas al Mediterráneo

Dominik Mandic, OFM, Chicago, EE.UU.
Studia Croatica, Año VIII, Buenos Aires, 1967, N° 24-27

El hombre croata (Hrvat) figura por primera vez en dos lápidas memoriales en los edificios públicos en la ciudad de Tanais, sita en la desembocadura del Don al mar de Azov, escritas en griego a principios del siglo III de la era cristiana. La primera lápida fue escrita en la época del emperador de Tanais (basileos) Sauromates (175-211 p.Cr.). En ella se menciona un patricio, hijo de Horvat (Xoρoαθoς)[1]. En la segunda lápida, escrita en 220 durante el reinado del emperador Rescuporido, hijo de Sauromates, entre los cuatro jefes de Tanais, figura Horvat Xandarsios[2]. En el Estado de Tanais de aquel entonces vivían distintas tribus iranias y una debió llamarse Horvati (los croatas, N. de la R.) y su jefe en el año 220 d. de Cr. era Hovat de Xandarsios[3].
Durante las incursiones de los hunos en Europa en 375 d. de Cr., los croatas del Don fueron desplazados hacia el noroeste y llegaron a la actual Polonia meridional. Allí se mezclaron con los aborígenes eslavos y asimilaron el idioma eslavo. A fines del siglo V, desintegrado el Estado de los hunos, los croatas fundaron un gran Estado eslavo que se extendía desde el Oder hasta el Bug y su capital era Hrvat (Croata), sita en el lugar de la Cracovia actual[4]. El Estado se llamaba Gran Croacia o la Croacia Blanca[5].
La llegada de los croatas al Adriático
Durante el reinado del emperador bizantino Foka (602-610) y en los primeros años del reinado de Heraclio I (610-641), los ávaros, tribus turanias, invadieron Panonia, Dalmacia, los Balcanes centrales y meridionales y amenazaron seriamente con destruir el mismo Bizancio, centro y capital del imperio bizantino. En ese trance difícil el emperador Heraclio recurrió a los croatas allende los Cárpatos y les ofreció Dalmacia y otras tierras aledañas si entablaban la lucha con los ávaros y alejaban ese peligro mortal del Bizancio. Conforme lo anotó a la vez el emperador e historiador bizantinoConstantino Porfirogeneto, según los datos conservados en el archivo de Constantinopla y de acuerdo a la tradición popular croata, buena parte de los croatas norteños, unos 300.000, hizo caso al llamamiento imperial[6]. Bajo la guía de cinco hermanos y dos hermanas, miembros de la familia gobernante croata, los croatas cruzaron el Danubio y en luchas que duraron un decenio vencieron a los ávaros y los arrojaron al norte del Danubio. Luego los croatas se radicaron, según lo anotó Porfirogeneto, en toda la Dalmacia, en la Panonia meridional, además en Ilírico de entonces[7] que abarcaba las regiones costeras de las provincias romano-bizantinas: Praevalis, el Epiro Viejo y Nuevo, es decir las partes costeras desde la actual Boka de Kotor hasta Valona en Albania[8]. Otros pequeños grupos de los croatas, combatiendo a los ávaros, llegaron a Macedonia, Acaya y Peloponeso. En dichas provincias se establecieron, vivieron durante siglos y dieron a algunos lugares el nombre de "Hrvati" (croatas) que conservan incluso hoy día. Así en el lago Ohrid hay una aldea "Hrvati"; en el distrito (comitatus) medieval de Brenik dos aldeas llevaron el nombre "Hrvati", mientras que en Grecia hay localidades y aldeas "Haravati" cerca de Atenas, no lejos de Maratón, cerca de Micenas en el distrito de Argos, en Peloponeso. Incluso en Creta hay un pueblo que se llama "Harvati" [9].

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