Tuesday, 2 May 2017

012 Con los croatas de Sud América (1929-1931) - Dr. Vjekoslav Vrančić

Capítulo 6. EL DR. JURAJ KRNJEVIĆ Y EL «HRVATSKI DOMOBRAN»

No existe una historia escrita de la inmigración croata en los países de América del Sur que están sobre el Atlántico que nos permita dar una imagen fiel de las circunstancias en las que, en 1931, el Dr. Branko Jelić comenzó la actividad política en esa parte del mundo. Por eso esta breve visión general de la situación de entonces en las orillas del Río de la Plata solo tiene el propósito de presentar el ambiente en el que ese trabajo se llevó a cabo.

En ese momento, que coincide con mi estadía en esos países, la gran mayoría de los inmigrantes croatas que habitaban allí venían de las localidades costeras de Dalmacia y de la costa de Croacia, así como de pueblos de otras regiones croatas. Su fuente de ingresos era el trabajo físico, sobre todo la agricultura, excepto en las ciudades. Los inmigrantes croatas de otras regiones eran pocos en número y no jugaban un papel importante en la evaluación de las oportunidades de la comunidad de expatriados croatas en esa región del mundo.

Según las estadísticas del Comisariato para la Emigración de Zagreb de 1939, el número de emigrantes procedentes del territorio de la antigua Yugoslavia era en ese tiempo: en Argentina 150.000, Brasil 15.000 y Uruguay 10.000, en números redondos. Siguiendo la misma fuente de la que tomamos estos datos[1], los inmigrantes croatas eran el 80% de esos números. En Argentina se asentaron en 133 localidades dispersas, en Brasil se reunieron en 11 y en Uruguay en 3 asentamientos.

Debido a que en el período comprendido entre 1929 y 1939, los movimientos migratorios entre las tierras croatas y los países sudamericanos se estancaron, podemos considerar que esos números redondos permanecieron aproximadamente iguales para ambos años.
En Brasil, los emigrantes croatas se establecieron en San Pablo y sus alrededores, y en Uruguay, en Montevideo, la capital del país. En Argentina, el mayor número de los inmigrantes croatas vivía en la zona agrícola fértil, que comprende la parte norte de la provincia de Buenos Aires y la zona sur de la provincia de Santa Fe, o sea al norte de la ciudad de Buenos Aires y al sur de Rosario. Entre los inmigrantes había pequeños y grandes propietarios de tierras o quienes alquilaban la tierra y la cultivaban por su propia cuenta. 

Los inmigrantes que no habían encontrado empleo permanente en el interior, vivían en la capital, Buenos Aires, y su entorno inmediato. Se estima que en ese tiempo allí había alrededor de 20.000. Las oportunidades de empleo que había eran: la obra pública, otros tipos de construcciones, así como trabajo en empresas industriales, que se limitaban a la transformación de productos agrícolas (molinos, aceite comestible) y la ganadería (frigoríficos, curtiembres).Quién no tenía un empleo fijo, trabajaba en empleos ocasionales esperando el tiempo de la cosecha, para conseguir un trabajo agrícola temporario. En el sur de Argentina, alrededor de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, había un grupo de trabajadores croatas en los pozos de petróleo. Como se dijo antes, el resto de los inmigrantes croatas en Argentina estaba esparcido por todo el país.

Sobre las organizaciones croatas en estos países de América del Sur sabemos poco. En Brasil y Uruguay no podía haber, porque la inmigración croata en gran número no comenzó en esos países hasta después de la Primera Guerra Mundial. Al escribir sobre la vida socio-política y las actividades culturales y educativas, Holjevac menciona en Argentina sólo tres sociedades de inmigrantes croatas:[2] "Sociedad Slava de Socorros Mutuos", establecida el 5 de noviembre de 1882 en Buenos Aires, que más tarde cambia su nombre por el de "Sociedad Yugoslava de Socorros Mutuos" [3], a continuación se creó la "Sociedad Sud Eslava para la lengua materna", establecida en la localidad de Acebal en 1908, y luego, en 1909, la "Sociedad de tamburitza Croata - Sokol", en el mismo lugar, cerca de la ciudad de Rosario.

Durante la Primera Guerra Mundial se establecieron en la Argentina, alentados desde la sede de Valparaíso, Chile, varias filiales de la "Defensa Nacional Yugoslava", que apoyó al "Comité Yugoslavo".

Después de la creación del Estado de los Serbios, Croatas y Eslovenos (SHS), encontramos en Argentina la organización de inmigrantes croatas llamada "Hogar de los inmigrantes croatas", en las localidades de Villa Mugueta y Arequito, ambas en la provincia de Santa Fe, y en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut.

En San Pablo, Brasil, también existía el "Hogar de los inmigrantes croatas", además de "Hrvatska Sloga" (Concordia Croata) y H.Š.K. "Zrinski".

Después del asesinato de los representantes nacionales de Croacia en la Asamblea Nacional de Belgrado, se puede apreciar que en amplias capas de la inmigración croata en estos tres países de América Latina se va muriendo lo yugoslavo. Esto se podía advertir exclusivamente cerca del Consulado General en Buenos Aires y del cónsul honorario en Rosario (Branko Rubeša, croata de Istria)[4].

En la medida en que los inmigrantes croatas tenían una orientación política, en ese entonces eran partidarios del Partido Campesino Croata. En Rosario se estableció también la organización del Partido, que mantenía relaciones con la dirección del Partido en Croacia, y más tarde con sus representantes en el exilio. La membresía del "Hrvatski Dom" – Hogar Croata de Montevideo no estableció una organización partidaria, pero la gran mayoría apoyaba al Partido Campesino Croata-HSS[5]. En ese tiempo en la Argentina no había una organización nacionalista croata. Bajo este nombre empezó a actuar el Ing. Ivan Kolusi, cuando en su boletín "Croacia", puso esa etiqueta.

Además del Ing. Kolusi y del Prof. Žuvanić, quienes estaban dispuestos para cooperar, el Dr. Branko Jelić en Argentina no encontró ninguna base organizada para su labor futura. A la Argentina llegó con el corazón abierto y con mucho amor por Croacia. A cambio, obtuvo la misma respuesta de amplias capas de inmigrantes croatas, que se unieron a él.
Sin contar las numerosas reuniones, asambleas, congresos, la votación popular y otras acciones, se debe mencionar que en el primer año, el Dr. Jelić y sus asociados establecieron 28 filiales totalmente organizadas del "Hrvatski Domobran" (Defensa del Hogar Croata), con el Consejo General (Jefatura) en Buenos Aires y Vice Consejos (Vice Jefaturas) en Montevideo y en San Pablo. Estaban organizándose 8 filiales y en 20 había comisiones ya establecidas. Todos los "Hogares de Inmigrantes" y numerosos partidarios del HSS (Partido Campesino Croata) integraron las filas de los Domobrani (Defensores de la patria)[6].

En su trabajo político, el Dr. Branko Jelić no actuó partidariamente, sino teniendo en cuenta el bien de Croacia. El Boletín de la Sociedad estaba lleno de imágenes y recuerdos del líder y maestro Stjepan Radić. Los nombres y fotos del Dr. Maček, del Dr. Pavelić, del Ing. Košutić y del Dr. Krnjević se publicaban con frecuencia juntos y uno al lado del otro. El Dr. Maček estaba ubicado habitualmente adelante del Dr. Pavelić.

Se hacía hincapié en la lucha y en el objetivo común de los croatas: el Estado Independiente de Croacia. Como ejemplo, cito un artículo del corresponsal P.M., desde Zagreb que fue publicado en la edición 46 de 23/04/1932 en el boletín societario "Hrvatski Domobran" – El Defensor Croata bajo el título "El Dr. V. Maček y el Dr. A. Pavelić - dos personalidades brillantes de la actualidad croata".

El artículo dice, entre otras cosas: "Nosotros, la generación actual, estamos muy lejos de poder evaluar la importancia de la lucha de estos dos brillantes gigantes de la Croacia de hoy y de la Croacia del futuro; nosotros no podemos ni siquiera hacernos la imagen correcta sobre ellos, ni imaginar de cuantos peligros estos dos grandes salvaron a su nación..."

En una edición dedicada al primer aniversario de la publicación (12 de junio 1931 - al 12 de junio de 1932) la mitad de la primera página del boletín estaba ocupada por fotos del Dr. Maček y del Dr. Pavelić, ubicadas debajo de un escudo estilizado de las provincias croatas, y alrededor de las mismas estaba escrito el nombre de la publicación "Hrvatski Domobran” - El Defensor Croata. Debajo de esas fotos se encontraba el siguiente texto: "Líderes de la lucha expresada en los principios del Defensor Croata: lucha intransigente para lograr un Estado croata independiente".

Incluso antes de la llegada del Dr. Jelić, en el boletín "Croacia" Kolusi comenzó teniendo una orientación croata general (no partidista) que mantuvo. Ya en el primer número del Boletín en la segunda página, había una imagen de Stjepan Radić que ocupaba casi toda la página junto a una corta nota; las páginas 10 y 11 estaban dedicadas al Dr. Vlatko Maček, y en las páginas 12 a 14 se encontraba plasmado el mensaje -en traducción al español-, del Dr. Krnjević, como miembro de la Asamblea y secretario general de la Representación Nacional Croata, que dirigió al estadista francés y entonces ministro de Relaciones Exteriores, Aristide Briand.

El mensaje del Dr. Krnjević tuvo en ese momento una gran repercusión en la emigración croata y le infundió esperanza, por lo que aún hoy es valioso repetir su contenido para su recuerdo.

La ocasión del mensaje del Dr. Krnjević era el "Memorándum sobre la creación de una federación paneuropea", que en mayo de 1930, Aristide Briand envió a todos los gobiernos europeos, pidiéndoles observaciones y aportes al proyecto.

Haciendo referencia a las palabras del propio Briand, según la cual el objetivo de la propuesta era encontrar "una solución común a todas las cuestiones relativas a la organización de la paz europea, y el uso prudente de todas las fuerzas vivas de Europa", el Dr. Krnjević en su mensaje (presumiblemente del mes de junio de 1930) expresó la opinión de que para el éxito completo de los esfuerzos de Briand era indispensable escuchar los comentarios y propuestas no sólo de los gobiernos europeos, sino también de los pueblos que no tenían sus gobiernos nacionales, y por lo tanto no podían participar directamente en esta importante tarea, lo que sería muy necesario, porque la paz europea siempre estuvo estrechamente conectada con el destino de esos pueblos.

A continuación en el escrito, el Dr. Krnjević señaló que sería útil que Briand en este caso escuchara también al pueblo croata, que luchó siempre por sus derechos por medios pacíficos y que en esta lucha no se dio por vencido, incluso después de la muerte de su Líder en la Asamblea de Belgrado.

Por eso, en su calidad de representante nacional croata y Secretario General de la Representación Nacional Croata, llamó la atención sobre la cuestión, que era por su naturaleza una amenaza para la paz europea, hasta que se encontrara la solución de fondo. La cuestión era la de Croacia y Serbia.

A continuación, el Dr. Krnjević mostró la posición de Croacia de aquel entonces como sigue:

Croacia y los croatas entraron en 1918 en una unión con Serbia y el pueblo serbio, con la intención de ordenar su vida pública sobre la base de la libre determinación.
El derecho a la libre determinación estaba garantizado en Croacia y para los croatas, no sólo sobre la base del punto de vista internacional moderno, sino también del derecho de las naciones que en el pasado formaron la Monarquía Austro-Húngara, derecho a vivir en total libertad, lo que, de hecho, fue garantizado en los acuerdos internacionales. En el Tratado de Paz el pueblo croata fue reconocido como un factor nacional en la comunidad de los Serbios, Croatas y Eslovenos. En el tratado de Saint Germain del 10 de septiembre de 1919, Serbia dio a las potencias aliadas una total garantía de que iba a respetar la libertad de Croacia y de los croatas ("garantía absoluta de gobernar sobre la base de la libertad y el derecho").
Además, los representantes de Serbia expresaron directamente a los croatas su voluntad, de que iban a cumplir con esas obligaciones. ¿De qué manera Serbia cumplió con esas obligaciones? - El Dr. Krnjević pregunta y responde:
Tras el regreso del ejército serbio (a través de Salónica) en 1918, Serbia ocupó militarmente todo el territorio croata. Bajo la protección de las fuerzas militares ella se apoderó de todo el gobierno en Croacia, y hasta abolió la autonomía municipal.
Abusando del poder, Serbia empezó a pisotear la individualidad nacional croata, prohibiendo todo acto político croata y explotando económicamente a las provincias croatas a favor de Serbia.
Tres años más tarde se le impuso una constitución del Estado en contra de la voluntad unánime del pueblo croata. Este acto logró fortalecer jurídicamente la situación creada en los últimos años y se hizo para consolidar la omnipotencia serbia. Bajo el gobierno constitucional de 1921-1929, el gobierno parlamentario, por medio de una mayoría alcanzada a través de elecciones fraudulentas, había hecho todo lo posible para confirmar esa omnipotencia.
La representación parlamentaria croata buscaba por todos los medios hacer posible la convivencia de los croatas y serbios, pero éstos respondieron con asesinatos de croatas, incluyendo a su líder Stjepan Radić, ejecutado el 20 de junio 1928 en plena sesión parlamentaria en Belgrado. Unos meses más tarde, el rey Alejandro impuso su dictadura personal y con su poder ilimitado trató entonces de lograr lo que no pudo con la ayuda de los partidos parlamentarios serbios. El régimen absolutista prohibió a los croatas la utilización de su denominación nacional, su bandera y su escudo. Eliminó los libros croatas de la escuela y forzó la disolución de las sociedades culturales croatas confiscando en muchos casos sus propiedades.
Se dividieron arbitrariamente las provincias croatas, sometiéndolas al yugo serbio y prohibiendo el uso de sus nombres, que se utilizaban desde hacía siglos. En este momento se está tratando de destruir la Representación Nacional Croata y la organización política en torno al cual se reúne toda la nación croata. Para lograr esto, se cayó tan bajo que abusan y torturan a un gran número de personas, para obligarlos a realizar las declaraciones que necesitan para acusar al Dr. Vlatko Maček, heredero de Stjepan Radić y a los líderes croatas de este momento, que el régimen dictatorial quiere eliminar a toda costa. Esta gente fue golpeada con bolsas de arena, colgada de las paredes, perforada con clavos y agujas, quemada con velas en todo el cuerpo desnudo, etc., etc.
Con la represión de la libertad de prensa, la prohibición del derecho de reunión y de asociación y cualquier crítica a la autoridad del régimen, con la policía omnipotente y la abolición de un poder judicial independiente, este régimen impidió cualquier defensa legal de los derechos humanos más básicos del pueblo croata.
Tales procedimientos nunca han tenido el éxito deseado. La actuación de los partidos parlamentarios serbios (en especial el crimen del 20 de junio 1928) y la intención manifiesta del régimen absolutista, destruyeron toda conexión - moral y política - entre Croacia y Serbia. Pisoteando las obligaciones y compromisos morales y políticos, comprometidos delante de las potencias signatarias de los tratados de paz, así como ante el pueblo croata, todos los representantes de Serbia, antiguos y actuales, dejaron de ser confiables de tal forma que el pueblo croata no podrá creer sus promesas futuras, aun cuando fueran sinceras.
Los diputados croatas elegidos por el pueblo croata, creen que las cuestiones entre Croacia y Serbia pueden ser resueltas pacíficamente y a fondo, sólo por aquellas naciones ante las cuales Serbia se comprometió a cumplir con el acuerdo de Saint Germain.
La historia nos enseña que el pisoteo de los derechos humanos y el sometimiento de la gente, si no se quitan a tiempo, siempre causan complicados enredos internacionales, que en muchos casos tienen consecuencias fatales en la vida internacional.
Estoy profundamente convencido -concluye el Dr. Krnjević en su presentación- que Su Excelencia dará un paso importante hacia la organización de una paz europea, si usted se pone al frente del esfuerzo para que las superpotencias firmantes del tratado de Saint Germain resuelvan esta cuestión, ya que de este modo proporcionará paz en esa parte de Europa, donde saltó la chispa que provocó la (Primera) Guerra Mundial, justamente por las tensas relaciones entre las naciones.
Ruego a V.E. que acepte la expresión de mi más alta consideración.
Firma: Dr. Juraj Krnjević, Secretario General de la Representación Nacional Croata.

A la obra generosa y patriótica del Dr. Jelić, del Ing. Kolusi y del Prof. Žuvanić, extendida a través de la organización "Hrvatski Domobran", el Dr. Krnjević respondió con estrechez partidaria. No sé si el Dr. Krnjević lo hizo públicamente, pero lo hizo en una serie de cartas a miembros del Partido Campesino Croata-HSS en América del Sur, con quien mantenía correspondencia regularmente, o bien en respuesta a cartas ocasionales. En esas cartas la posición de Krnjević era que: "No hay otra política del pueblo croata si no es la política de Stjepan Radić, y ninguna otra organización política más que el Partido Campesino."

Durante el tiempo de mi estancia en Argentina era consciente de que no reinaba la unanimidad en las filas del liderazgo de la emigración política croata. Más tarde, durante mi encuentro con el Dr. Branko Jelić en Viena, durante el verano de 1932, me enteré de muchos detalles acerca de la actitud indiferente del Dr. Krnjević hacia él y el "Hrvatski Domobran". La casualidad quiso que, después de mi regreso a la Argentina en 1947, luego de que se perdiera la guerra defensiva croata, pusieran a mi disposición dos cartas originales del Dr. Krnjević, cuyo contenido ilumina las circunstancias de la época. Las cartas fueron escritas a mano, y no hay duda de su autenticidad. Creo que la publicación de su contenido aún hoy no está de más.

Una de las cartas, escrita en Ginebra el 4 de octubre de 1931, en papel con el membrete de "CROATIA, periódico político croata, 70 Route de Florissant". La misma está dirigida a Jure Stanić, ex presidente de la organización local del HSS (Partido Campesino Croata) en Vitina, Herzegovina, que en ese momento se encontraba en Montevideo, Uruguay.



[1] Holjevac, op. cit., págs. 196-198.
[2] Trabajo citado, págs. 209-210.
[3] Como me dijeron durante mi estadía en Buenos Aires en 1930, la sociedad de socorros mutuos fue establecida en 1882 por Nicolás Mihanović principalmente para sus empleados de ascendencia croata, y la llamó "Sociedad Austro-Húngara de Socorros Mutuos" por la ciudadanía de sus miembros. La Sociedad tenía un mausoleo común con una inscripción con ese nombre. Después del colapso de la monarquía, la sociedad cambió su nombre por el de "Slava", y más tarde, por presión del Legado (Embajador) Ivo Grisogono el nombre cambió a "Yugoslava". Me dijeron que el Legado pidió que se cambie también la inscripción sobre el mausoleo, pero se han negado. Uno de ellos comentó: "¡Nos engañaron vivos, pero muertos, no!"
[4] Para ilustrar las circunstancias, Kolusi publicó en el boletín "Croacia" Número Il, pág. 24 una foto de un grupo de yugoslavos, que el 1 de diciembre 1930 participó en el Tedeum oficial en Buenos Aires. Incluyendo a los cinco niños, en la imagen se pueden a contar 40 personas.
[5] Durante la Segunda Guerra Mundial este Hogar se unió a las filas de la Lucha de Liberación Nacional partisana.
[6] En el primer año de trabajo se establecieron filiales en: (a) en Brasil: Sao Paulo, Belén, Villa Pompeya, Indianopolis, Sao Gaitán, Sao Bernardo, Ipiranga, Mooca; (b) en los barrios y suburbios de la ciudad de Buenos Aires: Belgrano, Villa del Parque, Centro, Boedo, La Boca, Florida, Morón, Piñeyro, Avellaneda (fue la primera filial establecida), Dock Sud y Villa Dominico; en curso de organización: Chacarita, Lanús; (c) en la provincia de Santa Fe: Rosario, Maizales, Arequito; en curso de organización: Villa Mugueta, Villa Constitución, Chabas, Chovet y Los Molinos; (d) en la provincia de Buenos Aires: Arias, Rancagua, Arroyo Dulce y El Socorro; en preparación: Todd. Datos según los dibujos topográficos en "Domobran Croata" Nº 52, del 12/06/1932, pág. 17.

 Dr. Vjekoslav Vrančić – Defendimos al Estado





Traducción realizada por el magister José María –Joza– Vrljičak

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El magister José María –Joza– Vrljičak es el director de la revista Studia Croatica desde 1994.

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