Patria Originaria. Multiplicación Exponencial.
A fines del 1.800, en una pequeñita isla de Dalmacia en el Adriático (40 km. de largo por 20 de ancho, y unos 25.000 habitantes), se produjo una imperiosa necesidad/voluntad migratoria. Las plagas de filoxera arruinaron los cultivos, los jóvenes eran obligados a hacer el servicio militar para el imperio y aprender alemán, y llegó la fiebre del oro en América. Hubo pueblitos de 10 o 15 casas donde emigraron todos. Especialmente de las zonas altas de la isla, que servían de refugio a los ribereños cuando atacaban los piratas y corsarios.
Salieron con lo puesto y una rudimentaria maletita amarrada con cuerdas. Corrieron a Génova y Venecia a tomar los buques hacia un mejor destino pagando el pasaje de ida con los ahorros de toda una vida.
Los destinos principales fueron California, Argentina, y Chile (de rebote, sólo los más obstinados siguieron viaje de Buenos Aires a Punta Arenas). A muchos que no les gustó Argentina para instalarse, continuaron a lomo de mula para atravesar la cordillera hacia Antofagasta, Iquique, Calama, donde se sintieron a gusto y empezaron su nueva vida en lo que pudieron, eso sí, siempre muy unidos y añorantes.
A los que continuaron el trayecto, cuando llegaron a Punta Arenas no volvieron a subirse a un buque nunca más. La experiencia en esos mares les bastó. Por eso que a Valparaíso casi no llegaron por el mar.
Hoy los descendientes de familias de Brac somos más de 1 millón en el mundo, y en la islita habitan menos de 15 mil. Así las cosas. Mi abuela tuvo 18 embarazos, 14 partos y 11 hijos de larga data.
Estos sacrificados ilusionarios jamás hubieran soñado que su amada y lejana Patria entraría el próximo 1 de Julio a formar parte de la Unión Europea como miembro de pleno derecho.
El grupo de países más evolucionado y regalado del planeta, aunque hoy en momentos difíciles pero de seguro recuperables.
Y que los precavidos vástagos, aún en los remotos confines, pasarían a tener derecho a un pasaporte comunitario y sentirse incluídos en la zona de mayores privilegios del orbe.
Gracias a los ancestros, a todo el pueblo croata y a toda la diáspora, que, unos más otros menos, han aportado lo que fué necesario para ésta bendición del cielo.
Bendita y Divina Croacia.
Alexander Skoknic
Salieron con lo puesto y una rudimentaria maletita amarrada con cuerdas. Corrieron a Génova y Venecia a tomar los buques hacia un mejor destino pagando el pasaje de ida con los ahorros de toda una vida.
Los destinos principales fueron California, Argentina, y Chile (de rebote, sólo los más obstinados siguieron viaje de Buenos Aires a Punta Arenas). A muchos que no les gustó Argentina para instalarse, continuaron a lomo de mula para atravesar la cordillera hacia Antofagasta, Iquique, Calama, donde se sintieron a gusto y empezaron su nueva vida en lo que pudieron, eso sí, siempre muy unidos y añorantes.
A los que continuaron el trayecto, cuando llegaron a Punta Arenas no volvieron a subirse a un buque nunca más. La experiencia en esos mares les bastó. Por eso que a Valparaíso casi no llegaron por el mar.
Hoy los descendientes de familias de Brac somos más de 1 millón en el mundo, y en la islita habitan menos de 15 mil. Así las cosas. Mi abuela tuvo 18 embarazos, 14 partos y 11 hijos de larga data.
Estos sacrificados ilusionarios jamás hubieran soñado que su amada y lejana Patria entraría el próximo 1 de Julio a formar parte de la Unión Europea como miembro de pleno derecho.
El grupo de países más evolucionado y regalado del planeta, aunque hoy en momentos difíciles pero de seguro recuperables.
Y que los precavidos vástagos, aún en los remotos confines, pasarían a tener derecho a un pasaporte comunitario y sentirse incluídos en la zona de mayores privilegios del orbe.
Gracias a los ancestros, a todo el pueblo croata y a toda la diáspora, que, unos más otros menos, han aportado lo que fué necesario para ésta bendición del cielo.
Bendita y Divina Croacia.
Alexander Skoknic
Santiago de Chile
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