En memoria de un sincero amigo de los croatas
Charles Michael McAdams, historiador, periodista y verdadero amigo estadounidense de los croatas, falleció el 29 de octubre de 2010 en Sacramento, California. No se lo conocía en Croacia hasta la caída de Yugoslavia, pero su nombre ya era conocido entre los croatas de todo el mundo mucho antes de los grandes cambios históricos que se produjeron. No sólo era conocido para nosotros, sino que él fue uno de nuestros compañeros de lucha.
McAdams nació el 8 de mayo de 1947 en una base de los Marines en California, donde su padre era un oficial. También él sirvió en la Infantería de Marina, pero estaba más interesado en los libros que en la carrera militar, así que después de terminar su servicio militar, estudió y se graduó con un diploma en Ciencias Históricas en la Universidad del Pacífico, una conocida universidad privada en California.
Luego recibiría su título de maestría en la John Carroll University -dirigida por los jesuitas-, de Cleveland, donde también recibió un certificado en Estudios Soviéticos y de Europa del Este. Continuó sus estudios de política comparada y ciencias ideológicas en la Universidad de Colorado y en la Universidad de San Francisco. Después de completar sus cursos de doctorado, McAdams se convirtió en 1979 en el director regional de la Universidad de San Francisco en Sacramento, donde permanecería hasta su jubilación en 2000.
Hay un proverbio que dice que las amistades verdaderas no se eligen, sino simplemente suceden. Lo mismo podría decirse de McAdams y su amistad con los croatas. Él era de origen escocés-judío y de confesión protestante. Aprendió sobre Croacia como niño, era un coleccionista de sellos postales y llegaron a sus manos estampillas croatas. Pero cuando como un estudiante empezó a leer libros de historia y escuchar a los profesores, vio que todo lo leído y oído hablar de los croatas era negativo.
Fue precisamente debido a esa demonización constante de los croatas que McAdams comenzó a explorar si acaso no vendian la niebla del engaño aquellos que defendían el statu quo o la pereza de investigadores y profesores a buscar la verdad acerca de estos cuentos de rutina, o si era realmente verdad. No creía que la historia fuera realmente tan en blanco y negro, y quería bucear profundamente en el pasado de Croacia. Luego sucedió un encuentro casual que definiría su carrera académica futura.
Es decir, poco antes de completar sus estudios, McAdams se encontró en la calle California en San Francisco. Pasó por delante de un concesionario de automóviles europeos y notó una pequeña bandera croata en uno de los coches. Entonces entró y preguntó si alguno croata trabajaba allí, ya que tenía deseos de hacer contacto con los croatas en la ciudad. El hombre al que McAdams planteó la pregunta era un croata, Zvonko Pribanic, un conocido empresario croata en California.
Con ese encuentro casual, "sucedió" la amistad de McAdams con Zvonko y los croatas, que resultó duradera. En su búsqueda de la verdad McAdams entró en contacto con la gente que sólo quería que la verdad sobre los croatas sea dicha, y nació una verdadera alianza. A medida que Michael fue leyendo más e investigando el "otro lado" se encontró con que lo que se decía acerca de los croatas era un mito y no la realidad. Y él quería no sólo encontrar la verdad, sino compartirla con los demás.
Para conocer mejor la historia de Croacia, McAdams continuó sus estudios de posgrado en la Universidad John Carroll en Cleveland, donde su mentor fue Jure Prpic, y donde conoce y colabora con otros académicos de Croacia en los Estados Unidos. A su regreso a California, Michael se convierte en activo miembro de lacomunidad croata local, y entre otras cosas, se convierte en uno de los fundadores del Croatian Information Service en 1974.
Los otros fundadores fueron Petar Radielovic, Pribanic Zvonko y Rados Damir. Desde entonces y hasta el final de su vida, McAdams no cesó de explicar a los estadounidenses y a otros quiénes son los croatas, y qué es lo que quieren. Escribió numerosos libros y folletos, una serie de contribuciones en almanaques, y más de cien artículos. Uno de sus libros más populares, "Croacia, Mito y Realidad", fue traducido al croata (Hrvatska mit i istina) y a otros idiomas, y tuvo tres ediciones en inglés en 1992, 1994 y 1997 y dos en castellano, publicadas por Studia Croatica.
Dictó numerosas conferencias, participó en seminarios y apareció en programas de TV y radio. Durante años, McAdams preparó y dirigió un segmento llamado "Momentos en la Historia de Croacia" en el programa semanal de radio croata en California. Fue miembro de la Association for Croatian Studies, Croatian Academy of America, Instituto Croata-Latinamericano de Cultura, colaborador de Studia Croatica, Croatian Scholarship Fund y otros. Ha sido profesor invitado en muchas universidades en Estados Unidos, Australia y en Croacia después de la independencia. Por sus servicios a los croatas, el presidente Franjo Tudjman le otorgó la Orden de Danica Hrvatska con la imagen de Marko Marulic.
McAdams solía ir en "temas calientes", lo que sin duda no lo ayudó en su carrera, pero que como un verdadero infante de marina estadounidense, no se atemorizó. No sólo que creía que los croatas tienen el derecho a la libertad y la independencia, sino que también se unió con entusiasmo a esa lucha. Muchas personas se molestaron por McAdams porque no podían etiquetarlo como hijo de "ustasha", o como un emigrante frustrado o como mercenario. Él expresaba abiertamente y en voz alta sus pensamientos y opiniones, no pidiendo nada a cambio, y eso le dió la fuerza moral frente a los defensores y los propagadores de mitos históricos.
McAdams pudo haber seguido, así como muchos otros, el camino de menor resistencia y repetir lo que escribian los libros, pero él tuvo el coraje de explorar también el "otro lado" de la historia.
Nunca lamentó haber "deambulado" en la historia de Croacia o estar entre los croatas, y con su trabajo ayudó a levantar la niebla sobre la historia de Croacia en los Estados Unidos y más allá, y de ese modo contribuyó a la lucha por la independencia croata.
Muchas gracias a Michael por su sincera amistad, no sólo para aquellos de nosotros que lo conocieron y trabajaron con él, sino también como un gran amigo de Croacia y los croatas. La búsqueda de la verdad histórica lo llevó a los croatas y deseamos que la Verdad Eterna lo recompense por su trabajo sin descanso y por su gran amor por los croatas en los Estados Unidos y su patria.
Ante Cuvalo
9 de noviembre de 2010
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